Capítulo 2. Señales de humo

Mientras el arquero y el guerrero fueron controlados por el enemigo Azgheda decidió espiar junto con Yundi al viejo Jaroo, juntos observaron al sabio druida que realizaba las actividades de recolección y agradecimiento a la tierra cuando apareció alguien con quien no contaban, era Jon junto con Maridosen, la vigilante de la posada se acercó al viejo druida quien luego de unos minutos el druida acompaña a la fornida guerrera y a su amigo arquero, Azgheda sin pensarlo decide seguirlo, pero antes le pidió a Yundi que buscara a Guts, Adgamis y Tauriel.

Al caer la tarde e iniciar la noche Adgamis y Tauriel encontraron a un Gnomo ilusionista llamado Nierethi Poscurian quien alcanzo a escuchar de los planes del grupo en investigar la zona de la barbacana del foso, por lo que queriendo saber el destino del amo de esa fortaleza, decide acompañarlos. Al tiempo que ellos salían al encuentro con sus compañeros vieron en la distancia a Jon junto con un anciano druida y la vigilante de la posada entrar a un viejo molino, las chicas deciden entrar de forma furtiva por el molino, escondiéndose con el abrigo de los conjuros de invisibilidad de Adgamis y Nierethi, adentro del lugar el polvo de la harina dificultaba la visión, pero voces se escuchaban en el suelo, alguien estaba convocando armas y atacar el pueblo en la oscuridad de la noche, al final escucharon algo que aumentó miedo en sus corazones: “¡Por el ojo elemental arcano!” varias personas se encontraban en un sótano destinado como base del maligno culto, Tauriel decidió bajar por la trampilla que encontró debajo de los bultos de harina para saber contra cuantos cultistas se enfrentaban, eso fue un craso error ya que sin saberlo, los cultistas se encontraban esperando a la asesina, entre ellos un orco, una mujer demonio, el viejo druida, la vigilante de la posada y cinco hombres vestidos con túnicas de los cuales uno de ellos portaba una máscara, pero lo peor del número de enemigos no era eso, lo era que dos de los hombres eran sus compañeros de viaje Jon y Guts.

En ese punto Tauriel decidió correr, pero el hombre enmascarado le dijo: “¡Joven! Estas totalmente rodeada, no tienes a donde ir” mientras un chasqueo de sus dedos elimina la invisibilidad que cubría a Tauriel, la semielfa en ese preciso momento saca sus dagas mientras recrimina a sus compañeros por respuestas a su traición, los jóvenes no responden, por lo que la asesina ataca con todas sus fuerzas.

Poco tiempo duró el combate de Tauriel quien con un halito de vida logra asesinar a la chica demonio y al orco, cayendo inconsciente, y escuchando las palabras del enmascarado: “¡Encuentren a los otros dos! Deben estar escondidos en el piso superior”   

Al escuchar esos gritos Adgamis se retira a unos bultos de harina para observar el número de personas que los buscan, sin embargo el gnomo se quita su invisibilidad y pide clemencia a los enemigos diciéndoles todo lo que pretendían hacer nuestras aventureras y comentado que la hechicera se encuentra con el escondida de forma invisible.

Nierethi sin pensarlo se alía con los enemigos traicionando a la hechicera, sin más que perder, Adgamis lanza sus rayos abrazadores a Nierethi quien le impactan de lleno muriendo en el acto y provocando que el molino empezara a incendiarse, Guts al ver el suceso sale del trance que lo tenía hechizado y colabora acabando con el enmascarado, Maridosen se dedica a pelear junto con un hábil pícaro que logra dejar muy mal herido al guerrero.

Con la muerte del enmascarado Jon sale de su embrujo y al ver todo el fuego y una posible explosión del lugar, les grita a todos que se marchen, Jon baja al sótano para salvar a Tauriel cuando ve un cofre al fondo del lugar pero con el peligro inminente sale del lugar.

Al tiempo llega Azgheda transformada en oso asesinando de un mordisco a Maridosen, por su parte Guts deja inconsciente al ladrón que lo hirió, pero las llamas estaban siendo muy destructivas el viejo druida quien no había podido asestar ningún golpe  hasta el momento, detiene la salida de Jon mientras se transformaba en él, pero en ese momento el polvo inflamable de la harina estalló, hiriendo a todos en el lugar, Jon logró cubrir con su cuerpo a Tauriel evitándole más daño, Adgamis salió despedida por el choque de la explosión aunque con mucha fortuna el choque la expulsó por una ventana del molino por lo que pudo salvarse, mientras Azgheda recibía todo el daño dejándola inconsciente, Guts logró salir por la puerta cargando el cuerpo del ladrón.

En ese momento Yundi llegó con Elmo y sus hombres quienes con cubetas y hechizos de agua lograron apagar el fuego, mientras Guts volvía a entrar a las llamas para salvar a sus amigos, gracias al valor de los hombres nuestro grupo se logró salvar de una muerte segura, el clérigo Yether de Pelor y Calmer de St Cuthbert llegaron a los pocos minutos y por clemencia de Elmo, el grupo fue sanado de sus heridas.

Una vez extinguido el fuego Jon bajo al lugar buscando el cofre que había alcanzado a apreciar, el cual a pesar de tener quemadas algunas paredes del cofre su interior se encontraba intacto, también vio con horror el cuerpo quemado de un ser grisáceo con la cabeza bulbosa en donde debería estar el cuerpo del druida.

Al sacar el cofre del sótano Jon decide abrirlo, pero la recién incorporada Tauriel lo detiene detectando una trampa, luego de desactivarla, los héroes bastante oro que es confiscado por Elmo y una carta dirigida al amo Dunrat de alguien llamado Naquent, en donde detalla la incursión de varios cultistas en el pueblo de Hommlet y la recuperación de unos artefactos malignos que estaban en la Barbacana del foso, la carta termina con el siguiente escrito: -Dunrat, debes llevar todos los artefactos al Templo de la Consunción, si necesitas algo para transportar los objetos, puedes solicitarlo a Tal Camish en la aldea cercana de Rastor-  

Con esta pista importante nuestros héroes saben que el culto del ojo elemental arcano es más peligroso que el del signo amarillo, por lo que deciden descansar y mirar hacia donde partir.