lunes, 25 de mayo de 2020

Epílogo


Guts abrió los ojos, la sonrisa de Tauriel de ver que su amigo se encuentra con vida, mientras se incorpora Kella intentaba rastrear a los cultistas que escaparon, pero la oscuridad de la noche cubrió sus huellas, la semielfa volvió a su forma humana y junto con Tauriel, Ragnar y Guts fueron nuevamente en las puertas del templo, allí Rarkus los recibió en las afueras junto con todo su clan: -Veo que mis  amigos pudieron escapar- grito alegremente mientras les daba una porción de un jabalí muerto que sus cazadores encontraron en las cercanías, este animal fue el indicio que el mal por fin había sido destruido y se podía respirar paz al fin.
Guts aprovechó el momento para preguntar por los demás: -De Jon y Tymerian no sabemos nada, pero Azgheda y Adgamis deben estar en Hommlet, mañana nos iremos allá- respondió Tauriel mientras se sentaba calmadamente a su lado, con un claro sentimiento de felicidad de tener nuevamente a Guts vivo con ella. -¿Y Bartoz?- dijo Guts, -Si te refieres al caballero de la armadura brillante, se encuentra al fondo, el hombre ayudó a mis hombres a escapar de los escombros, sufrió muchos daños, pero por fortuna se encuentra fuera de peligro descansando, junto a un par de ogros que liberó- respondió el gran Rarkus, el grupo imposibilitado de continuar su viaje acamparon junto con los trasgos en las cercanías del templo.



A la mañana siguiente, el grupo se levantó con mejores energías, Bartoz ya en mejores condiciones se reunió con Guts, Tauriel, Ragnar y Kella, los aventureros se despidieron del clan de Rarkus creando una alianza en la que los grandes trasgos permanecerían en las ruinas del templo protegiéndola, avisando a las fuerzas de Hommlet de alguna eventualidad mientras tengan una tregua con los lugareños.
Cabalgando llegaron a la fortaleza de Nulb, Jon, Burne, Tymerian y Elmo los estaban esperando, estos comentaron como encontraron al herido Elmo en la habitación descrita por Burne junto con un aldeano de Hommlet llamado Agman y el canarconte de Y´Dey, y que gracias a este último pudieron ser teleportados a Nulb para posteriormente dirigirse a su plano, también Jon aprovecho el momento para disculparse de sus actos en la última batalla. -No fue tu culpa, no podías controlarte- menciono Guts golpeando amistosamente la espalda del arquero.-Además, tus flechas no fueron el mayor daño que yo haya sufrido- mientras le mostraba a Jon la perdida de su ojo.
Jon les brinda a todos un desayuno similar a los reyes, tanta felicidad es aumentado con las primeras patadas del hijo de Jon y Tymerian dentro de su vientre, al final todos sonríen y se alistan para llegar a su última parada, Hommlet, varios guardias de Jon facilitaron caballos al grupo para llegar lo mas pronto posible a la villa, en donde Azgheda, Rhaegar y Adgamis los esperaban, allí definirían que hacer con los orbes y Lareth.
Una vez en la villa, son recibidos por Rufus quien saluda animosamente a su viejo amigo Burne, mientras al resto les menciona lo siguiente: -Caballeros, veo que las bajas no fueron muchas, la elfa ya me comento lo sucedido, lamento mucho la perdida de nuestra canonesa, pero su sacrificio no fue en vano, por ahora pasen al castillo, Terjon y los demás líderes del pueblo ya se encuentran allí, ya que debemos tratar el tema de Lareth Ravelin-
Los héroes entran al concilio de Hommlet en donde Adgamis, Rhaegar y Azgheda se encontraban esperándolos, una vez la compañía estaba reunida Terjon los saludó a todos, pero antes de iniciar el evento le da su pésame a Jon sobre la pérdida de su madre, en el lugar se encontraban los personajes mas importantes de la villa: Rufus, Burne, Terjon, el capitán Elmo y en reemplazo de Jaroo se encontraba el druida Yundi.
-Bien ya que estamos todos reunidos, damos inicio a esta inesperada reunión-. Mencionó Rufus mientras todos se sentaban en su asiento, los temas a tratar fueron los siguientes, en primer lugar era saber que hacer con los orbes del olvido y el orbe de la muerte plateada, al principio el concilio quería destruirlo, pero de acuerdo a estudios de Adgamis y Tymerian era imposible destruir estos objetos ya que necesitaban las gemas elementales para poder hacer esta acción.
-En el orbe del olvido solo se encuentra la gema del fuego faltando las otras tres, la gema del agua apareció brevemente en el gran templo, pero fue sepultada por el mismo cuando escapamos, y de las gemas faltantes se supondría ir a buscarlos en los planos de los mismos, ¡lo cual es imposible! A menos que los eruditos conozcan una forma de entrar y buscar los objetos sin tener que sacrificar personas- Dijo Adgamis.
Burne confirmo lo difícil de esta tarea por lo que luego de discutirlo, decidieron que Adgamis conservara el orbe del olvido y Tymerian guardara la copia en la fortaleza de Nulb mientras se investigarauna forma  alterna para destruir los artefactos malignos. El siguiente tema a tratar fue mas sencillo, necesitaban saber que hacer con las fortalezas destruidas del culto, Bartoz mencionó el trato hecho con los trasgos, a lo que Elmo no miro con buenos ojos, sin embargo, asintió al final argumentando que un mal menor es mejor que algo como lo que experimentaron, sin embargo, se solicitó a Jon tener un ojo puesto en ese lugar, Terjon añadió que sabiendo las implicaciones de la labor, solicitará a Verbobonc un permiso para que su iglesia pueda acceder con el permiso de Jon a los dominios de Nulb y establecer una comunidad nuevamente, Kella por su parte también se ofreció a vigilar las cercanías del templo, por otro lado, Elmo autoproclamó vigilar y mantener la barbacana del foso fuera de peligros, y para eso, contratará a Xaod como su ayudante para que establezca control frente a los tejones de Burne.
Todos estuvieron de acuerdo ante las decisiones, claro debían informar a Xaod para que con la aceptación del paladín quedara decidida esta acción, por ultimo se atañía el tema más importante, ¿Qué hacer con Lareth? El maligno clérigo se encontraba en los calabozos del castillo, maldiciendo constantemente una vez fue finalizado el conjuro de Adgamis, odiando en gran medida a la elfa por ponerlo en esta situación, algunos pensaron inmediatamente en colgarlo como pena de muerte por sus crímenes, pero al saber por Elmo que Lareth ya había sido asesinado una vez y traído a la vida nuevamente, esto se tornaba mas complicado, otros por lo tanto decidieron mantenerlo encerrado, pero la fuerza de los seguidores de Tharizdun era tal, que podrían destruir esta vez la villa con tal de recuperar a su campeón, la acalorada discusión no llevó a ningún lado, así que decidieron enviar una carta a la ciudad de Verbobonc para solicitar consejo, la carta fue llevada por el paladín Bartoz mientras los demás esperaron noticias.
Al terminar la reunión, Guts habló con Azgheda acerca del destino del segundo y de su trato con el diablo, ella le entregó el medallón y juntos fueron a visitar al señor de la oscuridad, también el semiorco Rhaegar junto con Ragnar fueron al lugar, estos últimos querían regresar a su hogar y descansar al fin.
Una vez en el Stralagos, la druida y el guerrero se despidieron del bárbaro semiorco  y visitaron al cornugón, entregaron el medallón con el alma del abolez a lo que el diablo estuvo complacido regresando a su plano, no sin antes, mencionar a nuestros héroes que si en algún momento requiriera una vez más de ayuda, acudiría a ellos y ellos responderían de inmediato.
Tiempo pasó y la respuesta llegó a Hommlet, el grupo fue convocado a reunirse en Verbobonc junto con Lareth, el grupo se dirigió al lugar salvo Kella y Rhaegar quienes ya se habían despedido del grupo, en la ciudad nuestros héroes fueron llevados ante el Vizconde Langard quien no estaba solo, también estaban el rey Belvor de Furyondia y el archi-clérigo Hazen Shepherd de Veluna, el grupo estaba absorto, Bartoz pidió al grupo que se inclinaran a lo que el grupo mostró sus respetos.



El rey Belvor exaltó las proezas del grupo y mostrando su agradecimiento otorgó títulos de caballeros a los miembros del grupo, Bartoz, Jon, Tymerian y Guts, aceptaron con agrado, pero Adgamis, Azgheda y Tauriel rechazaron el título, ya que no le veían utilidad al ofrecimiento. - Ahora respecto al destino de Lareth Ravelin- dijo el rey Belvor. -Me parece que nuestro poder no es suficiente para mantenerlo en control, sin embargo, he comunicado este dilema a personas más capaces para manejar esto-
De repente tres columnas de luz iluminaron la sala y tres personas salieron de los halos: -Disculpen la demora- mencionó uno de ellos -El circulo de los ocho es muy difícil de reunir por lo que solo nosotros hemos acudido al llamado-.
Era un hombre alto y calvo provisto de una barba oscura vestido de túnicas azules, el hombre era acompañado por otros dos hombres igual de ancianos a él, luego de presentarse como los magos Alhamazad, un hombre Blakunio, Warnes Starcoat, un hombre provisto de una capa marrón con un revés que simulaba el cielo nocturno, y Mordenkainen, quien era el portavoz,  hablaron con los héroes y definieron el destino de Lareth.



Su final fue triste y banal para un ser que sería la clave de la destrucción de Oerth, luego de ser desprovisto de sus pertenencias los cuales fueron confiscados por Verbobonc, fue sentenciado a muerte a manos de uno de los héroes cuyo privilegio se le otorgó a Adgamis, asesinando al clérigo con un conjuro de desintegrar, su alma fue atrapada por un ritual realizado por Alhamazad y cuya gema fue puesto al cuidado de Warnes quien lo escondió en lo mas profundo de su capa.
El grupo decidió retirarse pero no sin antes Mordenkainen hablar con Tymerian y Adgamis sobre sus habilidades en el uso de la magia y ofreciéndoles un lugar en el circulo de los ocho, la primera rechazó la oferta argumentando que la cantidad de títulos de los que había adquirido ya eran demasiados, además de enfrentarse a su nuevo rol como madre, Adgamis viendo la oportunidad de adquirir mas poder y mantener el equilibrio en la magia, aceptó con agrado.
Una vez afuera, Jon fue con el clérigo Riggby para ver si había posibilidad de revivir a sus padres como hizo con Tauriel, pero el viejo sacerdote no podía hacer nada: -La resurrección de tu amiga fue algo mas allá de mi comprensión, soloel poder de los dioses la trajeron nuevamente acá, yo solo fui el conductor para traerla, tal vez tu amiga todavía tenga alguna misión pendiente a diferencia de tus padres, es lo único que puede dar sentido ante tal milagro- respondió el viejo. 
Jon se reunió con el grupo y juntos decidieron tomar unas ultimas copas antes de separarse definitivamente, sin embargo, dentro de la taberna alguien familiar estaba esperando a Guts, su viejo mentor Otto quien también era miembro del circulo de los ocho lo esperaba con una jarra de cerveza, este viejo mago lo invitó a sentarse en una mesa aparte de los demás, para hablar de su pasado y de su búsqueda interna en la que culminaría con la venganza de la muerte de su padre: - Mira Guts, se que te he ocultado todo el evento de la muerte de tu padre pero era por tu propio bien, ahora viendo lo mucho que has crecido, creo que tenemos una oportunidad en poder vengar a tu padre, pero debes venir conmigo- dijo el gordo mago.
Guts con suma indiferencia y recordando las mentiras del pasado, se levantó del mesón rechazando enérgicamente la oferta, pero Otto con un movimiento de sus manos puso al guerrero a bailar sin cesar. Mientras todos los demás héroes miraban atónitos, Tauriel sacó inmediatamente su estoque y se acercó al mago en forma amenazante con su estoque apuntando al cuello del viejo mago, Otto finalizando el conjuro menciono a Guts: -¡Necesitas relajarte hijo! Esta vez no te detendré, ¡es más! Conozco a la persona que necesitas para acabar al maldito que mató a Otiluke, ¿Qué te parece si visitamos a Tenser?-
Guts calmándose un poco se sentó nuevamente en la mesa: -Bien, ¿a donde debemos ir?-. – A la luna – respondió Otto, impactado el guerrero tomo un gran sorbo de su cerveza mientras con una sonrisa ansiosa comentó: -¿Que estamos esperando viejo?- ambos se levantaron y el mago empezó a realizar su conjuro de teleportación, Guts empezó a despedirse de todos sus camaradas con quien había recorrido tantos peligros y aventuras, pero con Tauriel no pudo despedirse, el joven le propuso que juntos emprendieran este nuevo viaje lleno de peligros y emociones, a lo que la picara semielfa respondió: -¡oh vamos! Te odiaría si no me hubieras pedido acompañarte- y es así como la nueva pareja partió feliz a la luna en busqueda de nuevos desafíos….



“Tauriel hace un año que te fuiste y no he sabido nada de ti, creía que el medallón de contacto nos mantendría comunicadas pero es claro que no fue así, solo espero que esta carta si te llegue y me respondas pronto, Otto me ayudará a que te sea entregada, por cierto no esperaba que el no te acompañara al fin de cuentas en tus nuevas aventuras, pero claro Otto ya debe ser muy viejo para continuar el ritmo de nosotros.
Te cuento que me he establecido en Rastor en la antigua casa de Tymerian, aquí vivo tranquilamente acompañada por mi familiar Indra, es un bello pseudodragón, constantemente me visitan Azgheda o Rhaegar, a veces algún miembro del circulo solicita que lo ayude con mis poderes, son miembros muy extraños pero agradables, en especial un elfo que ya te hablaré cuando nos veamos, los demás preguntan por ti en sus cartas, siempre respondo que te encuentras bien y feliz con Guts, espero que sea así.
A veces visito el templo de la consunción en búsqueda de algo que hayamos dejado atrás para poder destruir el orbe pero sin éxito, el único lugar que no puedo acceder es esa torre oscura por culpa de la puerta, es una molestia y mis hechizos de teleportación no hacen sino fallar para entrar allá, Rhaegar me dice que deje el tema atrás y tal vez deba hacerlo, pero cada vez que veo el orbe siento que la amenaza de Tharizdun podría regresar.
Rhaegar se ha convertido en un gran líder de su clan, el ha logrado unir a sus orcos y los osgos en una fuerza grande que custodian el Stralagos de cualquier amenaza tanto maligna como de las fuerzas del bien, pero es mejor así, por lo menos no creo que ningún cultista se atreva a ingresar por las minas. Azgheda se ha recluido en su bosque, me ha comentado que Thuron se ha marchado con Crystal a tierras desconocidas, a veces piensa en el príncipe Thrommel quien ha buscado por la zona hasta el reino de Furyondia pero no lo encontrado, ella se saluda con Bartoz cuando pasa por allá, ya es un gran caballero al orden del rey Belvor, otras veces visita a su hermano Jon quien me dice que es un excelente padre y un gran líder de Nulb, que entre otras ha construido una estatua de sus padres en el centro del pueblo, allí el comercio de pesca ha progresado tanto que mejoró toda la economía de la región, muchos de los lugareños de Hommlet se han trasladado a Nulb a mejorarlo, Derrim es el sacerdote del pueblo dejando al cuidado de Hommlet a Terjon, también me entere que hace poco Jon se casó con Tymerian, Elmo también se casó aunque solo Azgheda conoció a la prometida, ellos me invitaron a las bodas pero esas cosas no son para mí, constantemente les escribo para ver si ellos han podido destruir su orbe, pero como era de esperarse tampoco han tenido suerte.
De Kella si no he sabido nada, debe seguir infiltrada en algún lugar, protegiendo la zona del templo elemental  o como Azgheda no le gusta ser molestada enclaustrándose en su bosque y sus cosas druídicas, como te dije, espero que me respondas pronto, cuídate mucho.
Tu hermana Adgamis”    

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