lunes, 11 de noviembre de 2019

Capítulo 21. Una visión del atrio interior


“¡Mis memorias son un desastre! Luego de tanta tortura, soy solo un despojo de persona, conservo un poco de mis recuerdos, mi nombre, mi misión y poco más. Me encuentro en una pequeña celda, descansando hasta que una mano toca mi brazo, me despierto sobresaltado empuñando mi espada lo mas fuerte para poder dar el primer golpe pensando que habían descubierto mi refugio, sin embargo, todo fue una falsa alarma, Varachan, el elfo que ha estado cuidándome las ultimas semanas ha venido por mi. El hombre se encuentra bastante ansioso pero también un poco triste, me ha ordenado abandonar mi lugar, al parecer ha llegado la hora de reanudar mi misión, destruir este impío lugar.
Mi primera tarea es encontrar un grupo cuyos objetivos se alinean a los míos, Varachan felizmente lo ha encontrado y mientras me regresa mis pertenencias, el elfo me pide encarecidamente terminar lo que inicié. Debo separarme del elfo, pues su tapadera puede ser descubierta y es mejor tener aliados infiltrados en las filas de este maligno lugar, le ruego a mi dios que cuide de mi único amigo en esta región, aunque siento una pesadez en mi corazón en el momento de recitar mi plegaria.
Parto hacia un túnel escabroso, me encuentro solo caminando durante varios minutos, siento bastante calor bajo mis pies, a medida que pasa el tiempo la idea de completar la misión empieza a volverse lejana, ¿Y si no encuentro la forma de destruir el templo? ¡Demonios! No debo pensar en eso, debo continuar y acelerar el paso.”
“No tardo en darme cuenta de señales de una batalla al frente, escucho ruidos y llantos hacia donde me dirijo, mis manos sienten la furia de asestar un golpe y ayudar a los que se encuentren adelante, ¿podrían ser los aliados que necesito y que Varachan me comentó? Al llegar al lugar veo como un elfo escuro cae muerto con unas astillas de madera insertadas en las cuencas de sus ojos, he llegado al lugar, escucho mas ruidos a la distancia, una mujer encapuchada se acerca a mi, pero no me percibe, su atención está mas en un collar que tiene otro cadáver producto de la reciente batalla, mientras me acerco, siento que el mal se ha mermado, pero la joven no me inspira confianza, tal vez estoy en un error, y será mejor continuar por otro lado, posiblemente la joven sea también miembro de las fuerzas de este templo y el ataque solo fue una represalia por alguna rebeldía entre sus tropas. Cauteloso hablo con la joven, pero no me responde, se encuentra mas ocupada en registrar los cadáveres, entre ellos se encuentra mi cuidador Varachan, la joven intenta saquear su cuerpo pero se lo impido, alegando que esa persona merece respeto, sabia que la joven me daba mala espina y estuve a punto de desenvainar mi espada, pero al poco tiempo se acercan mas sobrevivientes, un orco, un hombre, un oso y a lo lejos oigo una voz dulce, alguien que me llama por mi nombre –Bartoz- dice, se trata de una hermosa mujer elfa de cabellos rojos como el fuego, de pronto todo se vuelve negro y un terrible dolor de cabeza me deja paralizado"
Bartoz

“La muerte de los inmundos elfos y de la mujer maniática son un alivio para mi, muy pronto este lugar me pertenecerá y haré honor a todo mi clan, pero no se puede cantar victoria todavía, se escuchan a lo lejos una especie de rugidos y veo a los debiluchos muy asustados, en especial la comadreja quien se dispone a quitarle el medallón que sirve para hablar con las demás tropas enemigas del cadáver de la mujer. La comadreja tuvo una brillante idea, imitando la voz de la mujer hizo retroceder a las tropas, por lo pronto no comeré carne de dragón, debo admitir que la debilucha tiene cerebro, en esas estamos cuando sale un hombre de entre las paredes, el tipo no parece ser parte del templo, es muy caribonito y limpio para el lugar, todos nos recomponemos y nos acercamos, aprovecho para levantar a Adgamis, ¡Ja! Demasiada acción dejo fuera de combate a la flacucha, sin embargo, me preocupa que no pueda salir de esta, a diferencia de los demás, es la única de este grupo que me interesa su bienestar, es la única que se ha portado bien conmigo, los demás pueden irse al infierno.
La pobre flacucha se encuentra triste, acaba de morir su mascota, es una lastima pero quien la manda a traer bichitos a un lugar tan peligroso, de pronto Adgamis dirigió su mirada al tipo que salio de las paredes y se sorprende, lo llama por su nombre, la flacucha conoce al sujeto, el tipo parece también reconocerla, pero ahora es el quien se marea, ¡Bah! Estoy rodeado de puros enclenques, Adgamis habla con el, le dice que es hijo de un viejo poderoso, yo no se, que tanta pendejada hablen, si el tipo caribonito nos sirve, pues que venga con nosotros, si no, que se haga a un lado, bueno, lo importante es que Adgamis lo convence de unirse a nosotros, espero que sea útil y que no se desmaye en medio de la guerra.
La comadreja nos comenta que ha mandado las tropas restantes en una hora a los aposentos de la vieja loca, su plan consiste en prepararles una emboscada y eliminar a los que hacen falta, buen plan viniendo de alguien con el cerebro tan pequeño, y con el nuevo enclenque partimos a los aposentos de la loca esa, no sin antes mover y esconder los cuerpos de los enemigos, incluyendo el cuerpo del elfo degollado, lastima del pobre cariquemado, era uno de los dos elfos que no odio…bueno será mejor continuar”
Rhaegar

“Con la muerte de Varachan, las pistas para eliminar al templo se han visto reducidas, ahora solo pienso que se debe abrir paso a través de los golpes, pero no todo es malo, un paladín conocido de Adgamis se encontraba por acá, nos servirá otra fuerza de ataque, y con Rhaegar ya somos tres, creo que podemos avanzar. Los cadáveres fueron escondidos y Varachan fue puesto en su habitación, Adgamis aprovecha y coloca a su familiar en las manos del elfo, el paladín que se presenta como Bartoz, aunque nos dice que no tiene memoria Adgamis si lo conoce bien, al parecer es hijo de otro miembro del circulo al igual que mi padre, creo que el destino obliga a que nosotros nos conociéramos y con Jon ya seriamos tres que poseemos ese vínculo de hermandad, pronto continuamos a la habitación de Naquent, pero sentimos presencias extrañas, las auras mágicas que se aprecian son evidentes, Adgamis sabe que son, un par de asesinos fantasmales que nos atacan, sus ataques no los puedo esquivar y soy mortalmente herido, mientras agito mi espada al aire, Azgheda hace lo suyo con sus garras, al final todo resulto bien y las criaturas fueron eliminadas, aprovecho para curar mis heridas con todas las pociones que hemos recolectado, ¡Diablos! Nos falta mucho Terjon o Derrim para estos casos, no debí permitir que se fueran, su compromiso con eliminar este lugar debe ser mayor, no entiendo, si yo pude dar espera a mi búsqueda de Tenser ¿como no pueden hacerlo ellos?, bueno ni hablar, continuaremos a los aposentos de Naquent”
“Algo curioso se aprecia en el cuarto del frente, como siempre Tauriel, se vuelve invisible y baja las escaleras que conducen al cuarto a investigar, el tiempo ha pasado y no hay razón de ella, Azgheda también baja pero es poco el tiempo que pasa pues ella nos llama a bajar, en el lugar se ven una multitud de hombres idénticos encerrados en capullos, debe ser un hechizo de clonación como los que hacia mi padre, en los capullos están inscritos el siguiente nombre –Unariq- es el mismo nombre de la lapida en las minas, debió ser un poderoso sacerdote de este templo para tener tantos clones a punto de ser activados, mientras exploramos, vemos en el centro una hermosa gema, tanto la gema, como todo el lugar, posee un aura mágica muy fuerte, la situación ya no se puede tomar a la ligera como antes, pero mientras salimos, Bartoz se detiene y sin pensarlo inserta su espada en uno de los clones, lo que aconteció después fue desconcertante, el clon se transformo en una sucubo que intento asesinar al paladín, llamándolo también por su nombre, vamos que es curioso que  muchos seres sepan quien es Bartoz, menos el mismo, aniquilando a la demonio, continuamos nuestro camino, no sin antes ver un destello de luz que emanó la gema”
Guts

“¡Pero que tonta! Mi codicia me hace cometer locuras, al haber tocado esa gema, aparezco en otro lugar diferente, me encuentro sola y no me puedo respaldar con Guts o mi hermana, espero que mi invisibilidad dure, de lo contrario estoy frita, continuo caminando por un túnel hasta llegar a una puerta secreta, en esas me acuerdo del medallón, Adgamis me estaba hablando desde el que ella tiene, en un dialecto elfico que solo nosotras dos entendemos, no puedo describir la alegría de escuchar la voz de ella, si bien cuando entramos a este templo he sentido el distanciamiento de los demás, en especial de ella, su voz nuevamente me reconforta, no es de mi afecto pero es mi hermana después de todo, le comento mi situación`y me dice que espere por ellos, que me quede quieta, pero ¿como puedes pedirle a una mente curiosa como la mía quedarse a esperar?, decido abrir la puerta y explorar con el resguardo de mi conjuro de invisibilidad, así que avanzo y el paisaje es desolador, veo lo que parece ser el interior de un volcán dormido, con caliza y grietas de lava seca, contrastando con la luz del magma en el suelo, al fondo lo que se ve es una torre alta de color negro, rodeado de muchos tumularios, ¡Dios! sin querer he llegado al atrio interior, ¡Rayos! ¡Debo regresar! ¡Esto es demasiado para mí!, me giro inmediatamente y corro a toda velocidad, pero una fuerza invisible me tumba en seco, ¿Ahora que otra cosa más me va a pasar? No teniendo otra opción continuo hacia la torre que mas parece una aguja negra en el horizonte, al llegar veo un puente colgante de madera y al fondo una puerta de hierro que mágicamente forma un rostro humano y me habla, al parecer conoce todo de mi, y me invita a entrar, por primera vez siento un miedo peor que si fuera a morir. Amablemente declino la oferta de la puerta mágica, pero mi situación empeora cuando mi conjuro de invisibilidad se esfuma y los tumularios advierten mi presencia, no teniendo otra opción saco temblorosa el pergamino de la puerta dimensional y me traslado a la cámara de los clones”
Tauriel

“La sensación de mal que gobierna este cuarto es impresionante, no tiene uno que ser hábil en su detección para darse cuenta, salimos inmediatamente esperando que Tauriel sobreviva hasta que lleguemos, avanzando, nos encontramos con mas guardias de las torres montados en unos aracnofagos, los cuales los atacamos inmediatamente, la adición de Bartoz al grupo fue un completo alivio, quien convocando a su montura vuela por los cielos matando a varios de los jinetes junto con Guts, Adgamis hace lo suyo con sus conjuros y mi hermano elimina a otros con sus flechas, dejándonos las sobras a Rhaegar y a mi, sin embargo hay dos jinetes que me causan curiosidad, son del templo pero son mas hábiles que el resto, le informo a Jon que concentre sus ataques en esos dos y eso hace, acabando con ellos con cierta dificultad, cuando me acerco a sus cuerpos, noto un tatuaje extraño en sus brazos, una cruz de color rojo que nunca había visto, al mostrársela al grupo, nadie le da importancia, aunque Adgamis se ve un poco nerviosa, tal vez sepa algo de eso, pero no es el momento para preguntar, debemos preparar una emboscada”
Azgheda

“Mi hermana no puede dejar sus manos dentro de sus ropas y debe tocar todo lo que sea, la inconsiente ahora toco la gema del cuarto y de repente desapareció, le informo a los demás y juntos discutimos si había algo que hacer para salvar a la tontarrona, luego de mucho meditar, se me ocurrió usar el medallón de Hedrack, estuve un buen tiempo intentando comunicarme con Tauriel, pero la tonta no responde, hasta que por fin, me dice casi sollozando que se encuentra en el atrio interior, ¡Dios!, la imprudencia de Tauriel nos va a matar un día, se los aseguro, le digo que espere mientras matamos a las tropas restantes de Naquent y vamos por ella, espero que capte el mensaje.
Continuando al lugar nos encontramos con mas guardias del templo, los cuales acabamos en el acto, pero un escalofrío recorre mi piel cuando Azgheda revisando los cuerpos nos muestra el tatuaje de la hermandad escarlata en dos de ellos, ¡Rayos! esos sujetos se encuentran es este lugar tan alejado, espero que no se enteren de mi origen real, ni el de mi hermana, o nuestras vidas estarán en un peligro mayor que el que nos enfrentamos actualmente, mejor dejo de pensar en eso, llegamos al cuarto de Naquent y preparamos la emboscada, las tropas que llegaron eran menores de lo que esperábamos, osgos, minotauros y un trío de ogros liderados por el cobarde de látigo, con quien nos encontramos en la puerta del agua. Jon hizo lo suyo matando al bastardo de un solo ataque y los conjuros de Azgheda junto a los míos fueron un excelente combo para aniquilar a los seres, la verdad mientras estemos juntos somos imparables”
Adgamis

“Las batallas han sido solo un letargo de lo que se avecina, pronto acabaremos con todo el maldito lugar, me encuentro eso sí, preocupado por Shadow y con más razón cuando el paladín Bartoz detecta el mal para saber dónde estaba Tauriel, encontrando mal en mi interior, si algo tengo es un odio en contra de este culto quien asesinó a mi verdadero padre y pos su culpa nunca lo logre conocer, mi vínculo con Shadow crece, siento su miedo aunque se encuentra vivo que es lo importante, luego de derrotar a los cultistas mediante la emboscada preparada por Tauriel, les digo a mis compañeros que busquemos a mi caballo, mientras siento como me acerco a él, un sentimiento de frustración de lo que presentía nublaba mi mente, hecho que se confirmó cuando llegamos a las escaleras que conducían al cuarto con la máquina que injertaba las extremidades demoníacas y allí estaba Shadow, con sus ojos botando un fuego azul y sus patas traseras convertidas en las extremidades de un demonio, mi furia se emancipó y solo el consuelo de mi hermana pudo consolarme, diciéndome que ella tenia un hechizo que podría volver a la normalidad a mi amigo, espero que tenga razón y sea así, con Shadow nuevamente a mi lado, nos dirigimos nuevamente al cuarto de los clones para ir por Tauriel.
Al llegar al lugar, un portal se abrió en el techo de la habitación y el el cae Tauriel quien la ayudamos a recomponerse, ella se encuentra totalmente asustada de todo lo que vió en las afueras del atrio interior”
Jon



lunes, 14 de octubre de 2019

Capítulo 20. ¡No en mi guardia!


Con la tensión de ser atrapados y sin reservas en su arsenal, el grupo idea un plan para no ser capturados, en primer lugar gracias la información de Varachan, Adgamis se disfraza con su varita de cambio de aspecto como Satau, el azotamentes oráculo del templo, y posteriormente se teletransportaron al cuarto de Varachan con los palos de refugio, uno de los objetos mágicos que el ex clérigo les dio a nuestros héroes. Su plan consistía en mostrar a los enemigos que tenían al oráculo de ellos como rehén para evitar un derramamiento de sangre, un excelente plan si me lo preguntaban.
Al llegar a la lujosa habitación, nuestros aventureros vieron que el lugar se encontraba desocupado, al rastrear las huellas de Varachan se noto que la captura no aconteció en este lugar, aunque curiosamente dos tipos de huellas se encontraban en el lugar una de ellas de un humano, además Tauriel encontró una puerta secreta que conducía a una curiosa habitación en donde alguien podría haber vivido humildemente, posiblemente el propio Varachan, sin embargo, Rhaegar escucho a las afueras de la habitación y se dio cuenta de los rugidos de Ogros y otros seres cerca, el grupo decide ejecutar su plan, no sin antes Adgamis volver invisible a Tauriel pos si las cosas se llegaban a complicar.
Al salir, el grupo fue abordado inmediatamente con una pequeña incursión compuesta por tres ogros, un par de drows (un hombre y una mujer) siendo liderados por la clériga del templo Naquent quien tenia en su poder al elfo aliado.
El grupo intento hablar con Naquent, pidiendo un intercambio de rehenes, pero lamentablemente el plan fallo, ya que no contaban con los medallones de contacto que varios miembros del templo lo tienen, Naquent informo telepáticamente que los intrusos habían capturado al oráculo, en donde el verdadero Satau comenta que no se encontraba allí, por lo que Naquent furiosa del intento del engaño manda a sus tropas al ataque, e informa a los guardias del atrio exterior dirigirse a la habitación de Varachan.
Con el plan fallido, solo se podía dar paso a la acción, Adgamis lanza el conjuro de desgarrar la tierra con la posibilidad que las tropas quedaran tumbados en el suelo y poder sacar a Varachan del peligro, sin embargo tanto los drow como Naquent no resultaron afectados, Azgheda, Guts y Rhaegar luchan contra los ogros, mientras Tauriel en su forma invisible prepara su ataque mortal en contra de la drow mujer, mientras Jon lanza múltiples flechas sobre Naquent hiriendo considerablemente a la clérigo.
El drow macho, prepara un conjuro de piel pétrea sobre el, dando a conocer que era un poderoso mago, mientras Naquent en su locura y rabia totalmente enceguecida degolló la garganta de Varachan y se prepara al ataque convocando un glotón terrible, la Drow femenina intenta doblegar mentalmente a Guts, pero con sus nuevas habilidades, el guerrero es inmune a sus conjuros, Tauriel aprovecha este momento y golpea con su estoque a la mujer, atravesando su pecho mientras se volvía otra vez visible, las ultimas palabras de la mujer fueron: “¡Te maldigo maldita niña!” Tauriel creía que se refería a ella pero los ojos de la drow se fijaban a Naquent quien con risa burlona miraba a la drow despectivamente.
Mientras caía al suelo la drow susurró “Nos engañaste, dijiste que si luchábamos a tu lado, nos dirías donde se encontraba nuestro hijo Lareth” cayendo al suelo sin vida, Naquent sacó un pergamino y con una risa emitida solo por los seres desprovistos de cordura lanza un conjuro de destrucción sobre Jon, inspirado el arquero logra sobrevivir al ataque aunque con múltiples daños.


Loca de rabia por su fallido ataque Naquent ordena al drow eliminar a los aventureros, pero el hombre más de ayudar a Naquent busco venganza por la muerte de su compañera y lanzando un fuerte rayo relampagueante matando en el acto a todo lo que se cruzara en el camino.
Al paso del rayo mueren Naquent y el ogro que aun quedaba con vida, e hiriendo a Guts, Rhaegar y Adgamis quien con el gran daño de electricidad que sufrió cayo inconsciente, lamentablemente su familiar se encontraba también en la línea de fuego y el daño fue tal que calcinó totalmente a la serpiente muriendo en el acto.
Naquent muriendo producto del rayo relampaguenate

Quedando solo el drow y la bestia convocada, Jon elimina al glotón terrible mientras Azgheda intenta convencer sin éxito al drow que se rindiera, pero el solo quería matar a la asesina de su aliada, Azgheda sin mas opción convoca unas espinas que se las lanza al rostro del mago insertándoselas en los ojos y terminando con su vida.
La lucha terminó con una victoria amarga y con la muerte de un amigo, Rhaegar se acerca a Adgamis y con sus pociones cura a la hechicera, pero mientras eso ocurría, las tropas convocadas por Naquent se acercaban, varios sonidos de aleteos de alas de murciélago se oían acercarse por el norte donde estaban Rhaegar, Jon, Azgheda y una debilitada Adgamis, mientras en la parte sur Guts y Tauriel se estremecieron ante el imponente rugido que no escuchaban desde el asalto al templo del fuego ¡Un dragón!

domingo, 15 de septiembre de 2019

Capítulo 19. El príncipe perdido


Con suma incredulidad el grupo cuestiona al elfo quien desprovisto de armas solo puede esperar que el corazón y la moral de los aventureros esté de su lado, pero Tauriel quien se encontraba invisible en ese momento toma al elfo y lo amenaza de muerte solo para conseguir información, mientras eso ocurre Adgamis le pide a Vister que detecte un ápice de maldad en el hombre, acción que corrobora que el elfo dice la verdad. Una vez soltado, el elfo se presenta como Varachan el segundo al mando del atrio exterior solo por debajo de Hedrack y le pide a nuestros héroes lo sigan para poder hablar mejor de los últimos acontecimientos, aun con dudas, nuestros héroes no confían en el potencial aliado, pero las mismas son resueltas cuando Varachan les comenta las ayudas que estos recibieron sin saberlo de él, como cuando casi son asesinados por el contemplador en los alrededores del templo del mal elemental, o cuando pasaron al atrio exterior sin ser alertados por los guardias de las torres o recientemente cuando informó a Hedrack de un paradero erróneo de los héroes.
Ya sin dudas nuestros héroes deciden acompañar al sacerdote mientras Vister va donde los prisioneros a protegerlos, los aventureros son llevados a un lujoso cuarto en donde Varachan cierra las puertas tras de sí, allí Varachan informa de los planes que tiene la triada sobre el campeón del mal elemental y del inminente ataque al pueblo de Hommlet, cosa que altera mucho a Terjon quien decide salir inmediatamente y dirigirse al pueblo mediante el Lamasu rescatado.
El grupo logra detener al clérigo de la decisión mientras Varachan termina de aclarar las dudas de nuestros personajes, Varachan ayuda a nuestros héroes, entregándoles un mapa del atrio exterior y describiendo los pasos para obtener el orbe de la muerte plateada, la forma de acceder al atrio interior, lugar donde se encuentran los soñadores de la perdición, la ubicación actual de los miembros más poderosos de los soñadores (la triada) y de la fecha en que será liberado Tharizdun.
El grupo con la nueva información decide ir a eliminar a los miembros de la triada al igual que recuperar el artefacto maligno antes de ir nuevamente a Hommlet, Guts aprovecha y pregunta sobre los miembros que quedan en el atrio exterior, a lo que Varachan responde: “Los miembros principales que quedan son Naquent la asistente de Hedrack, Satau el oráculo del templo y el arma favorita de Hedrack el príncipe vampiro Thrommel”
Al escuchar ese nombre Terjon descubre que su compañero de armas en la batalla de Emridy, el príncipe de Furyondia Thrommel quien había desaparecido hace ya mucho tiempo se encontraba en este lugar, por lo que decide esperar un poco y acompañar a los aventureros mientras encuentran al príncipe perdido.
Tauriel también aprovecha y le pide alguna ayuda adicional al elfo, el cual asiente y abriendo el cofre que tenía en su habitación con la palabra de mando “Tharizdun nunca será libre” le entrega a nuestros héroes una antorcha de revelación para ver las cosas que se encuentran en la cúpula negra, lugar donde se accede al atrio interior y dos mantos purpuras los cuales son los únicos que soportan el frio extremo del lugar, las cuales se las colocan Tauriel y Adgamis mientras que el manto purpura encontrado en la habitación de Hedrack se lo dan a Terjon.
Nuestros héroes se despiden el elfo y ya con el mapa se dirigen a la cúpula negra, pasando nuevamente por la trampa de tentáculos y desactivándola mediante una palabra de mando así como Varachan hizo con la apertura de su cofre, explorando los innumerables pasillos del atrio exterior, nuestros héroes encuentran una sala decorada con la misma tapicería de varachan, Tauriel buscando pistas descubre un interruptor secreto que al presionarlo conduce a nuestros héroes a un sótano en donde se encontraba el ataúd del vampiro Thrommel. Preparados para la batalla el grupo abre la tapa y eliminar al vampiro, sin embargo el ataúd se encontraba vacío, todos abandonan la sala, pero Jon previniendo que el vampiro podría regresar a su lugar de descanso, quema el ataúd hasta sus cimientos mientras se retira.

Al llegar al pasillo de la cúpula negra, nuestros héroes escuchan los pasos de criaturas enormes acercándose, preparados para la lucha desenvainan sus armas viendo al fondo del pasillo a dos golem de carne siendo liderados por un poderoso vampiro de armadura oscura quien no era otro que el príncipe Thrommel.
El hombre reconoce a Terjon y por consiguiente ataca a nuestros héroes, pero también reconoce a Adgamis nombrándola princesa Zanadel, nuestros héroes no prestan tanta atención a sus palabras y marchan a atacar a la impía criatura, pero Thrommel logra trepar por los muros del atrio y con su presencia logra poner bajo su poder a Tauriel, quien ataca sin piedad a Guts dejándolo al borde de la muerte.
Por su parte Rhaegar intenta eliminar a los golem, logrando acertar un fuerte golpe a uno de ellos dejándolo sin un brazo, Jon y Adgamis preparan flechas impregnadas con fuego y conjuros pero se descubre que Thrommel es inmune al elemento, Terjon intenta expulsar a su viejo amigo pero el no muerto es tan fuerte que sus plegarias poco hacen efecto.
Thrommel convoca a un murciélago quien logra dominar a Jon bajo su poder, ya con dos héroes dominados el paladín caído, se dispone a herir al guerrero y así cobrar su primera víctima, Adgamis por su parte huye de los ataques de Jon quien bajo el embrujo de Thrommel dispara su arsenal a la hechicera, Rhaegar logra eliminar al segundo golem, pero Thrommel aparece y también hechiza al semiorco quien se une en sus filas.
Guts con las fuerzas que le quedaba logra asesinar al murciélago de Thrommel, sacando del trance a Jon quien hiere a Thrommel con sus flechas, pero no son suficientes, además nuestros héroes sienten que el frío del lugar empieza a debilitar su cuerpo, afectando en gran medida a Rhaegar Jon y Guts, sin embargo en un acto de suprema voluntad Tauriel logra salir del embrujo de Thrommel y con mucha habilidad logra trepar con sus botas al lugar donde se encontraba el vampiro y usando sus brazaletes logra asestar un ataque furtivo tan potente en el cuello de Thrommel que logra eliminar al no muerto dejando un cadáver descompuesto en el suelo y liberando del control mental a los dominados por el embrujo.
Terminada la batalla, un humo verde sale de la boca del cadáver y recorre el pasillo en dirección a la habitación de Thrommel, nuestros héroes siguen al humo para evitar que Thrommel renazca, sin embargo, Jon sabía de antemano la situación por lo que previamente quemó su lugar de descanso, aliviado el explorador muestra a sus amigos una sonrisa de satisfacción.
Llegando al lugar de descanso de Thrommel, lo que ven es un cuerpo muerto desnudo de lo que en sus días fue el príncipe de Furyondia  Thrommel IV, Terjon pide al grupo el diamante encontrado en las minas del templo para poder revivir al príncipe, el grupo acepta y el clérigo realiza el conjuro.
Thrommel despierta, su rostro se encuentra con vida otra vez, y sus recuerdos vuelven a su mente, el príncipe se levanta y agradece a sus salvadores, a todos los nombra caballeros del reino de Furyondia y les da su amuleto que lo certifica como príncipe, prometiendo al grupo una buena recompensa por sus acciones y tomando su armadura, Thommel se dirige junto con Terjon donde el lamasu para salir del atrio y dirigirse a Hommlet para detener el ataque perpetrado por el culto.
La dicha inunda los corazones de nuestros héroes de haber salvado al príncipe de su cruento destino, pero la felicidad dura poco, Adgamis escucha en el medallón de contacto de Hedrack una voz de mujer que dice lo siguiente: “Miembros del atrio exterior, y guardias de las torres, el atrio ha sido profanado, los guerreros que han destruido las minas y los templos se encuentran en este momento aquí, desplieguen toda su fuerza al interior, y aniquilen a todo aquel que no reconozcan ¡aniquilen a los rehenes que tengan de ser necesario! Por último Varachan nos ha engañado todo este tiempo y el maldito ha estado ayudando al grupo enemigo, ahora lo tengo bajo mi custodia”

¿Qué pasará ahora con nuestros héroes?  La respuesta será recopilada en un futuro próximo

lunes, 19 de agosto de 2019

Capítulo 18 Liberando prisioneros


Con Hedrack muerto, el grupo ha eliminado gran parte de la amenaza que el culto del mal elemental sobrepone sobre Oerth, sin embargo, la información de su diario, desesperanza a nuestros aventureros  quienes saben que el tiempo está en su contra, mientras esconden el cuerpo del sumo sacerdote el grupo decide que lo primero que deben hacer es encontrar la copia del orbe del olvido, el orbe de la muerte plateada, y con el objeto cerrar los nodos presentes en el templo del mal elemental.
Mientras caminan por los pasillos del atrio exterior el equipo de aventureros llegan a unas escaleras que conducen a una especie de sótano oscuro que posee una monstruosa maquina la cual al parecer era la causante de las adiciones demoníacas vistas en Tessimon y Ukemil, investigando más a fondo Tauriel por poco fue víctima de una horrenda cirugía a manos de la máquina, sin embargo pudo escapar, luego del susto los aventureros dejan el lugar.
Posteriormente los aventureros llegan a una habitación cuyo piso era una especie de vidrio totalmente negro que inquietaba de sobremanera a los héroes, la sensación se hizo realidad cuando una vez adentro, el piso se rompe y del mismo varios tentáculos hechos de pura energía oscura atacan a nuestros héroes, Guts y Azgheda intentan destruirlos pero sin lograr ningún efecto, Adgamis se da cuenta que los tentáculos solo pueden ser destruidos con el conjuro de desintegrar, por lo que al avisarle a los demás, todos deciden escapar a la puerta más cercana que ven.
Después de sortear el peligro, los héroes saben que la amenaza en el atrio exterior es cada vez más grande, el grupo continuó por las habitaciones del atrio cuando llegan a un punto donde un dial mágico que sirve como un portal mágico, llevan a Tauriel (en su forma invisible)  y Azgheda a un lugar donde se encuentran varios prisioneros del templo, pero no solo eso, la carcelera del lugar una poderosa bruja llamada Daagra los esperaba, atacando fuertemente en una bruma a Azgheda, pero con el conjuro de luz de día, la druida logra disipar el hechizo de la bruja.
Sin embargo al disipar la bruma, la bruja (saga Annis) tampoco se encontraba, por su parte Adgamis y Jon empezaron sin saberlo a liberar a los prisioneros abriendo las cárceles, en primer lugar salió un Azer (enano del plano del fuego), luego una dulce hada, posteriormente una elfa de cabellos dorados, todos estaban desconcertados al ser liberados, pero no todos los presos eran inofensivos, en una de las celdas  se encontraba prisionero un fiero troll, mientras hablaban con los prisioneros y buscaban una forma de salir, la elfa sin previo aviso atacó a la hada convirtiéndose en la bruja quien con mucha rabia atacó a la elfa, pero Tauriel que se encontraba invisible atacó por la espalda a la bruja haciendo un daño considerable, pero la criatura no se murió y el devolvió todo el daño a la asesina quien la dejo a puertas de la muerte, para completar Adgamis libera sin saberlo al troll quien se lanza al ataque, pero en ese instante Guts y Rhaegar quienes estaban impacientes por el regreso de sus compañeras deciden teleportarse al lugar y justo a tiempo pues los guerreros aparecieron frente al troll y detuvieron su ataque, mientras Guts y Rhaegar acababan con la bestia, Azgheda en su forma de oso se devora a Daagra, terminando así con la batalla.
Los prisioneros liberados agradecieron al grupo mientras se presentaban en primer lugar el azer llamado Reunous, es un guerrero del plano de fuego quien vino a investigar el porqué los elementales del plano de fuego se han corrompido, también sabe de la jerarquía del nodo de fuego así como de la implicación de un príncipe elemental maligno llamado Imix.
La hermosa elfa es una paladina de Corellon de nombre Vister quien también vino a investigar de este nuevo templo,  también se encontraban entre los prisioneros un Lamasu, un ser celestial con forma de león alado y rostro humano llamado Maluccus y un halfling llamado Athemal sin embargo este último quien había sido capturado hace semanas para ser usado como sacrificio era poseedor de una de las extremidades demoníacas como las vistas en Tessimon, el pobre ser se encontraba confundido y al borde de la locura, por lo que el grupo debía atenderlo si querían salvar su cordura.
Mientras se reunían nuevamente, los héroes decidieron ocultar al lamasu, el azer y al mediano en una bodega y llevar consigo a la paladina elfa cuyos poderes en detectar el mal podrían serles útil, la equiparon con una maza ligera encontrada en el almacén y continuaron con su camino.
Explorando en las habitaciones derrotan también a un espectro quien fue el amante de Naquent, la asistente de Hedrack quien era la persona que tenía conexiones con Tal Camish, entre los objetos encontrado en la habitación de Naquent, el grupo se encontró unas botas de aceleración Jhon se las coloca inmediatamente descubriendo para su desgracia que eran una botas malditas que obligaban al explorador bailar sin control, pero gracias a Terjon es liberado de la maldición.


Por último los héroes terminan en lo que parece ser la puerta del aire quienes lo intuyeron por un claro en la habitación en donde varios sagifalcos volaban en el lugar, también se encontraban unos poderosos ogros vestidos con armaduras completas de color azabache y portando unos enormes espadones, pero con una bola de fuego de Adgamis, las criaturas murieron sin poder hacerles frente mientras revisaron el lugar se encontraron con una habitación en donde se encontraban más esclavos cuyas lenguas fueron cortadas y entre sollozos solo podían decir “auuaa” lo que parecieran pedir “agua” o “ayuda” mientras eran liberados Adgamis escucho que alguien se acercaba, informando a los demás todos se preparan para una lucha.
Lo que vieron acercarse era un elfo de cabellos plateados, vestido con una túnica negra y con la cara destruida por múltiples cicatrices y con una voz apacible les dice a nuestros héroes: “No tienen que levantar las armas, señores, no vengo a luchar, ¡debemos hablar!”
Quien será este ser y que querrá con nuestros héroes, bueno solo el destino lo sabe y la historia será recopilada en el futuro próximo.

martes, 23 de julio de 2019

Capítulo 17. Encuentro con el sumo sacerdote


Abriendo la puerta ornamentada, los héroes aprecian una habitación adornada con numerosos tapices y en el centro del mismo ven una estatua gris de un hombre encapuchado, que al acercarse se logra apreciar que se encuentra llorando, al lado derecho se ven dos puertas también adornadas con piedras violetas, el grupo investigo la habitación, mientras Adgamis escuchaba con sus oídos elficos a través de las puertas, el silencio del lugar incomodó al grupo quienes abrieron sin premura las puertas, mientras una abrió con total naturalidad, la otra puerta tardó un tiempo en abrirse.

Una vez abiertas las dos puertas, el grupo pudo observar a través de la última puerta otra habitación amueblada con camas y una mesa de noche en cuyo interior se encontraban diferentes venenos, mientras que en la primera puerta se apreciaba un pasillo que dio en un cuarto con cuatro estatuas cada una representando a hombres con las diferentes facciones del templo posiblemente los anteriores líderes del templo del mal elemental aunque eso no se puede confirmar, sin embargo al final de la habitación una puerta llama la atención de Tauriel quien volviéndose invisible la abre.
Detrás de la puerta se encontraba un hombre con una armadura completa, gruesa con altos pliegues y nervaduras poco habituales en la misma armadura, sosteniendo un cetro de tentáculo el cual se encontraba sentado en la habitación junto con dos esqueletos, el hombre se presenta como el sumo sacerdote del templo Lord Hedrack y con una voz sumamente grave e imponente dice lo siguiente: “¡Al fin! Los intrusos han venido a mis dominios, lamentablemente su estadía en el atrio exterior será corta, yo me aseguraré de ello”


Mientras Hedrack sostenía su cetro, este se levanta y se dispone a conjurar, el grupo inicia su ataque con Azgheda a la cabeza conjurando una especie de neblina venenosa, sin embargo la niebla se disipa al instante, impactada por lo acontecido, la druida se lanza al ataque en su forma de oso, sin embargo, al cruzar la puerta, su forma animal desaparece convirtiéndose en una humana sin ningún poder.
Hedrack se sorprende del rostro de Azgheda reconociéndola y mientras se quitaba su casco el hombre le dice: “Así que Satau tenía razón, y su profecía no estaba del todo mal, veo que mi semilla ha regresado al lugar de su padre, ¡lo sé! pues eres igual a tu madre, dime mi pequeña, ¿te gustaría unirte a mí y juntos tener un lugar en el reino del dios oscuro?”
Azgheda sin poder creer tal revelación queda totalmente paralizada frente al enemigo, Rhaegar, Guts y Tauriel intentan ayudar a su amiga, pero una fuerza extraña como una gravedad se manifiesta en la habitación les impide ingresar al lugar hiriéndolos en el proceso, Jhon por su lado remata con múltiples flechas al sacerdote, pero solo dos flechas logran hacerle daño.
Hedrack pregunta nuevamente: “¿Que dices mi hija? ¿Te unirás a mi o compartirás el destino de tus compañeros?” Azgheda rechaza la oferta escupiendo al hombre, esto enfurece a Hedrack quien lanzando un desintegrar exclama: “¡Entonces haz elegido la muerte, adiós niña tonta!” impactando el rayo verdoso contra su pecho la druida ve como su vida se desvanece, cayendo en el suelo inconsciente, por suerte el daño no la convirtió en polvo, pero su vida pendía de un hilo.
Adgamis sale al rescate lanzando también un conjuro de desintegrar al maligno clérigo, sin embargo la fortaleza del enemigo prevalece y no hace mayor daño, Hedrack viendo que ninguno de los guerreros pueden atravesar sus dominios descubre que la mayor amenaza es el arquero y con otro conjuro de desintegrar lo intenta eliminar mientras le gritaba con odio: “No necesito que los hijos de los que una vez nos desafiaron, vuelvan a interferir en nuestros planes”, por fortuna la fortaleza del arquero prevaleció hiriéndolo levemente, Terjon por su parte conjura hechizos de custodia contra la muerte para evitar que los conjuros del sumo sacerdote afecten a mas miembros del grupo.
Con un miembro a puertas de la muerte y los demás sin poder entrar, era solo cuestión de tiempo que el mal se alzara y lograra aniquilar la esperanza, Guts idea un plan con Adgamis y mediante el conjuro de transposición benigna el guerrero cambia de lugar con la compañera caída, mientras Terjon cura a la druida, Guts logra hacer un daño considerable al clérigo, mientras Rhaegar elimina a los esqueletos guardianes, el sumo sacerdote planea escapar, pero no se contaba con el arco de Jon quien con suprema habilidad logra impactar tres flechas hiriendo mortalmente a Hedrack, antes de pronunciar su palabra de escape, un rayo cae del cielo y le da de lleno al oscuro hombre, con sus últimas palabras maldice al grupo mientras muere.
Luego de la cruenta lucha, Azgheda usa un conjuro de capullo de regeneración para poder sanarse, mientras tanto, Tauriel, Guts y Adgamis logran investigar la habitación a través de diversos conjuros de disipar magia para eliminar los conjuros de la habitación. En el cuarto encuentran diversos objetos útiles, en especial el diario de Hedrack que describe los planes del culto y lo cerca que están de lograr sus objetivos, ya que el culto ha encontrado a su campeón quien no es otro que Lareth el Hermoso.
Con el tiempo en contra, el grupo saca el cadáver de Hedrack y lo dejan en el cuarto donde Tauriel encontró los venenos, todos deciden ir al templo del mal elemental y detener a Lareth, pero Adgamis los detiene y comenta: “Es claro que debemos detener el fin del mundo, pero ¿Cómo lo hacemos? ¿Qué haremos al llegar al templo? Debemos pensar mejor el plan, miren, en el diario de Hedrack menciona de una llave que abre los nodos donde se encuentran en el templo del mal, pero aquí también hay una copia, la que podemos usar para cerrar los nodos, ¡debemos encontrarla!
Además Hedrack es solo un peón frente a los líderes del templo los soñadores de la perdición, a ellos debemos eliminar para evitar que el culto prospere, ahora teniendo eso en mente les pregunto ¿Qué debemos hacer?

Y con esta pregunta el grupo debe decidir, si viajar al templo del mal elemental y detener a los cultistas, buscar el orbe de la muerte plateada posiblemente escondido en el atrio exterior y con el cerrar los nodos elementales, eliminar a los soñadores de la perdición quienes se encuentran en el atrio interior o separarse misiones al tiempo con el fin de tener más posibilidades de evitar el avance enemigo.

jueves, 4 de julio de 2019

Capítulo 16. Infiltrándose en el atrio exterior


Al regresar al pueblo de Hommlet, Y´Dey le recomienda a Azgheda que un sanador mayor a Derrim debe ir con ella por lo que sin más preámbulos le presenta un hombre de cabellos grises vestido con una túnica ocre similar a las ropas de los cultistas del templo, pero con la gran diferencia que las ropas llevaban el símbolo de St Cuthbert, el hombre se presenta como el canon Terjon y comenta que mediante la recomendación de Y´Dey y Derrim, decide unirse al grupo, juntos la druida y el clérigo parten con dirección al Stralagos.
Por su parte Jon se adelanta del grupo que se encuentra en Verbobonc y viaja a Rastor en donde sana la mente perdida del joven rescatado en el templo del fuego, y mediante un pergamino, el joven recupera sus memorias, agradeciendo al explorador le comparte todo lo sufrido en el templo de la consunción total, y le indica los enemigos que se encuentran, destacando el sumo sacerdote Hedrack y los guardianes de las puertas, un dragón rojo, un elemental anciano de tierra y una tojanida, Jon con la nueva información parte en dirección al Stralagos e informar a Adgamis y Rhaegar del peligro a vencer, pero justo antes de partir a lomos de Shadow, Tymerian lo retiene y le informa que pronto será padre, con la revelación de la maga el explorador parte ahora con la obligación de regresar con vida.
En el Stralagos, Rhaegar y Adgamis retuvieron con éxito la llegada de los nuevos refuerzos del templo y en el transcurso entablan una gran amistad, luego de una larga quincena el grupo nuevamente se reúne Jon y Azgheda les explican lo sucedido en el templo del mal elemental y los enemigos del atrio exterior por lo que en esta ocasión el grupo decide tener un líder estratega para guiarlos a la batalla, y aunque Guts y Adgamis son muy fuertes y poseen un gran carisma, la necesidad de coordinar un grupo recae en la experiencia por lo que el líder del clan de los pies de Gruumsh queda como el líder de esta avanzada, como primera decisión planea inflitrarse en el atrio exterior, conociendo el poder de las torres oscuras el grupo abre la puerta del agua y con un conjuro de caminar por el aire aplicado a Shadow, pociones de respiración acuática y la ayuda de Terjon quien crea un conjuro de niebla, los héroes cruzan evitando ser vistos llegando así al atrio exterior.
  
Su interior era totalmente iluminado por antorchas y adornado de símbolos de olas arrastrando cadáveres de numerosas criaturas humanoides en el centro una especie de piscina reflejaba una luz verdosa producto de la luz de las antorchas, el grupo vio que la amplia habitación se encontraba vacía, pero para su desgracia no era así, escondidos en las aguas un ejército de kuo-toas aprovechó la oportunidad y emboscaron a nuestros héroes, la situación se complicó cuando en medio de la batalla apareció el guardián de la entrada del agua, la poderosa tojanida que agarró a Guts de la cintura y comenzó a apretar sus tenazas rompiéndole unas cuantas costillas en el proceso.
Sin embargo en el grupo se encontraban los nuevos miembros que ayudaron en gran medida al grupo, Rhaegar uso sus brazos y los estiró de tal forma que pudo atacar a la criatura con el hacha doble orca de su padre, mientras Terjon curaba al guerrero, Adgamis lanzó su clásica bola de fuego eliminando a los kuo-toas que cayeron sin poder alertar a más tropas.
 

El grupo decidió continuar, pero Tauriel divisó una entrada secreta que conducía a otra sección por lo que el grupo evitó la puerta doble que había al fondo de la piscina y fueron al pasadizo secreto, en este punto llegaron a una pared movible, pesada para cualquier humano, pero la gran fuerza del semiorco sirvió para moverla, viendo a través de la nueva entrada un pasillo adornado con símbolos de rocas aplastando a humanos, Adgamis decide hacerse invisible e investigar el lugar.
La hechicera logra ver que los miembros sobrevivientes del encuentro en e puente de la tierra se encontraban ahí junto con el guardián un poderoso elemental de tierra anciano justo como había dicho Jurrikath, Adgamis informó al grupo permitiendo a todos alistarse para la lucha.
La batalla comenzó con una bola de fuego de Adgamis que eliminó a los guerreros humanos, mientras Azgheda, Rhaegar y Guts se disponían a enfrentarse al colosal ser de piedra, Tauriel y Jon eliminaron a los trolls y los humanos restantes que habían sobrevivido al conjuro de Adgamis, al final el grupo derrotó al segundo guardián sin muchos problemas salvo unas heridas hechas a Guts que se solventaron con las pociones de curación de Jon. 
Ahora frente a ellos se encontraba una puerta ornamentada con una piedra violeta pintada en los bordes con un ovalo de color amarillo, simulando un ojo.
¿Qué peligros más les esperan a nuestros héroes?
Esto se descubrirá en la siguiente entrada del retorno del templo del mal elemental….

miércoles, 3 de julio de 2019

Capítulo 15. Un nuevo amigo


Continuando con su camino, los héroes se dirigen a limpiar el último vestigio de los cultistas en las minas del Stralagos, solo quedaban dos centros de operaciones, el puente de la tierra y del agua, pero como los aventureros se encontraban más cerca del puente de la tierra, decidieron ir allí en primer lugar, al poco tiempo llegaron a una tribu de osgos quienes estaban preparados para un ataque, su aparente líder era un hechicero elfo quien hablaba con una osgo sumamente fuerte, al ver a nuestros héroes el elfo gritó a todo pulmón: “Mira criatura, son ellos, ¡aniquílalos! y te daré todo lo que te prometí” nuestros héroes desenvainaron las armas y lucharon con los guardias osgos y un número considerable de guerreros del templo pero no fueron contrincantes ante nuestros héroes, al ver eso la mujer osgo, mató a traición al elfo quien no podía creer lo que había pasado, y luego se dirigió a los demás osgos: “¡Hombres maten a los cultistas!” mediante la inesperada ayuda los miembros del templo de la consunción fueron destruídos, una vez finalizada la batalla la mujer se presenta como la líder Urolax y menciona que su tribu no pertenece al templo, es más, esperaba que llegaran los aventureros que mencionó el elfo de nombre Kadiss para así poder traicionarlo llegado el momento, dijo: “El hombre vino a mi hace unas horas, pidiendo ayuda para aniquilar a unos intrusos que atacaban a su templo del agua (escupe) a cambio nos daría oro y riquezas, pero mis hombres lo único que quieren es un territorio y esta gente no le gusta compartir, ahora les digo ¿ustedes que buscan?” El grupo habla con Urolax y luego de explicarle la situación ambos bandos llegan a un acuerdo que si les dan vía libre por el territorio, el grupo eliminará todo rastro de los miembros del templo para que Urolax y sus hombres puedan vivir en paz, la líder osgo acepta e informa de ciertas trampas que colocaron por la zona, cadáveres atados en los caminos que contienen una poderosa bomba que estalla al mínimo contacto, agradeciendo los héroes por la información se despiden de Urolax y continúan su camino.
Continuando por los estrechos caminos de la región de los osgos llegaron a una habitación en donde un oso terrible se encontraba encadenado, el animal loco de rabia por su evidente maltrato, no quería ser tocado y lanzaba sus garras a cualquiera que estuviera cerca de él, Azgheda viendo la locura del animal, decide lanzar un conjuro de hechizar animal, sin embargo la voluntad del oso era tal, que el hechizo no surte efecto.
Azgheda viendo que la locura del animal podría jugarles una mala pasada, habla con Guts y lo incita a asesinar al animal, violando así su comunión con la naturaleza, por fortuna o desgracia Guts no realiza la barbarie.
Luego llegaron a un circulo totalmente sacrílego dibujado en el suelo de la zona, estaban en la puerta del aire, Azgheda continuó su camino ignorando las advertencias de Derrim quien detecto un gran mal dentro de ese círculo, lo siguiente que se pudo apreciar fue un enorme remolino de una nube oscura, que traía consigo una enorme araña de diez extremidades cuya voz resonaba en la cabeza de todos, la criatura era un demonio de otro plano que había sido convocada a este lugar.
Con una voz que retumbaba en el cerebro de nuestros héroes la maligna criatura exigió que la liberasen del cautiverio impuesto por los sacerdotes del templo, ante la negativa de que un ser tan malvado anduviera suelto por el mundo el demonio decidió luchar, pero sin que lo pudiera prever, Guts blandió su espada y de un salto cortó por la mitad a la infame criatura, dejando su sangre espesa y verdosa regada por todas partes, el grito de la criatura fue tal que alertó a los guardias del puente de la tierra liderados por un hombre rata quien convoco un ejército de roedores que sirvieran de escudo mientras el muy cobarde lanzaba conjuros en contra de nuestros héroes.


La batalla era un completo caos, mientras Azgheda se enfrentaba a los múltiples roedores y Tauriel a los guardias del puente, Guts empuñaba su espada en contra de un poderoso ser conocido como desgarrador gris el cual poseía diferentes tatuajes alrededor de su cuerpo que activaba como interruptores liberando una especie de magia que lo hacían más fuerte.
Atrás de todos los enemigos se encontraba un troglodita quien reconoció a nuestros aventureros y con una voz temblorosa le informó al hombre rata: “Eeridik, son ellos los que destruyeron el templo de la tierra, ¡debes matarlos!” el poderoso hombre rata convocó sus más poderosos conjuros bolas de fuego se veían por doquier, Adgamis hacia lo suyo con sus conjuros y Jon respaldaba al grupo desde la retaguardia con las flechas, Derrim por su parte sanaba las heridas de Guts que era masacrado por los potentes golpes de la bestia, pero al ver la situación, el hombre rata de volvió invisible y con sus conjuros logró dejar inconsciente al clérigo.

Entre toda la confusión un semiorco apareció con otro ejercito compuesto de trolls y guerreros humanos quienes llevaban al oso terrible de la habitación, el oso enloquecido atacó a la Tauriel dejándola al borde de la muerte, sin embargo, el semiorco en un momento atacó al oso matándolo en el acto y acercándose a la semielfa le preguntó: “¿Ustedes son los aventureros que vinieron a destruir el templo?”, Tauriel consternada respondió afirmativamente, por lo que el semiorco le dijo: “muchacha, mi nombre es Rhaegar y he venido por lo mismo que ustedes, supe que ustedes se aliaron con mi padre Murant, por lo que ahora tienen un nuevo aliado” lanzándose a la batalla Rhaegar logró solo derrotar a dos trolls evitando que la asesina muriera en este caos.
Con el nuevo aliado, la batalla se tornó a favor de los héroes quienes pudieron eliminar a la mayoría de los miembros del puente, al ver que su destrucción era inminente, el troglodita con algunos hombres huyeron del lugar, dejando desprotegido a Eeridik quien murió asesinado por los conjuros de Adgamis.
Una vez terminada la batalla el semiorco se presentó: “Como le dije a su compañera mi nombre es Rhaegar y soy hijo del orco Murant líder de los orcos de esta región, tengo entendido que ustedes son los aventureros que se aliaron con mi padre para destruir el templo maligno que existe en las minas, ya que la misión de mi padre no ha acabado, permítanme tomar su lugar y sacar a los malditos que mataron a mi padre, para que mi gente pueda tener un lugar donde vivir” el grupo lo meditó pero Derrim quien estaba malherido lo aceptó de inmediato argumentando que los enemigos que se encontrarán más adelante serán más fuertes y necesitarán toda la ayuda posible, dicho esto Rhaegar se incorpora al grupo.
Luego Azgheda intentó sanar las heridas de Derrim pero la druida se dio cuenta de algo, sus poderes no funcionaban y su forma de oso no era la misma, se sentía más débil, sin energía, por lo que solo las pociones recogidas de los cadáveres de los enemigos pudieron reestablecer al clérigo, el grupo continuó su camino, investigando las habitaciones del lugar, los héroes encontraron las palabras para activar las llaves menores de la tierra, por lo que ahora podrían acceder desde tres puntos al atrio interior, lo siguiente era continuar a la puerta del agua, Rhaegar que conocía el lugar, los guió por nuevos senderos repletos de tumbas, Tauriel estuvo tentada a saquearlos, pero el bárbaro comentó que las tumbas se encontraban malditas y cualquiera que osara profanarlas le caería una maldición, la asesina oyendo la advertencia dejo el lugar.
Pronto llegaron a la región de la puerta del agua que quedaba cerca de la tribu orca, pero extrañados vieron como no había nadie en el lugar, solo se encontraba la imponente puerta que conducía al interior, el grupo decidió abrir las puertas y observar lo que les deparaba, alzando sus manos cada uno con una llave menor del agua, Adgamis y Tauriel dijeron al tiempo: “LAS OLAS GOLPEAN IMPLACABLEMENTE” Un brillo despidió de las llaves las cuales se unieron formando una llave mayor con el símbolo de un ojo en su pomo, al tiempo las puertas se abrieron mostrando un inmenso lago en el horizonte, y a lo lejos se apreciaba una isla custodiada por varias torres oscuras, Adgamis con su vista elfica logró apreciar varios jinetes montados en unas especies de abejas gigantes, que custodiaban el lugar, el grupo al ver los poderosos enemigos que podrían enfrentar decidieron cerrar las puertas y planear una estrategia.
Luego de varias discusiones el grupo quedo de acuerdo en lo siguiente, Adgamis y Rhaegar se mantendrían en las minas y eliminarían a todo aquel que saliera del atrio exterior, Rhaegar aprovecho el tiempo y mandó a un orco para informar a su “mama” Kreugna lo sucedido y pedir apoyo en la batalla.
Jon, Guts y Tauriel por su lado parten a Verbobonc y comprar un mejor equipo para todos y con eso hacer frente a los nuevos enemigos que se pueden presentar, Jon aprovecha la estancia en la ciudad y compra un pergamino divino de restablecimiento mayor, todo eso para curar al joven encontrado en la doncella de hierro y que con su memoria sanada les pueda dar alguna información de los peligros del atrio exterior.
Azgheda y Derrim deciden ir a Hommlet e informar de los avances en contra del templo de la consunción, también para hablar con Yundi y ver como la druida puede recuperar sus poderes, al llegar al lugar Derrim se marcha a su templo para hablar con Y`Dey mientras Azgheda habla con Yundi, el joven druida descubre que la perdida de los poderes de la joven se debe al rompimiento del juramento que Azgueda tuvo con la naturaleza, por lo que solo un conjuro de expiación puede restablecer sus poderes, Azgheda desconsolada pide ayuda con los miembros del pueblo, pero solo Y`Dey tiene el suficiente poder para hacer el ritual.
La canonesa quien se encontraba recibiendo el informe de Derrim habla con la druida y luego de saber del peligro al que se enfrentan, decide ayudar a la druida, mediante el ritual Azgheda conoce a la verdadera diosa de la naturaleza quien fue olvidada por toda Oerth y solo algunos miembros de la antigua fe la veneran su nombre es Beory, quien en antaño encerró al dios primigenio Tharizdun quien ahora está muy cerca de ser liberado, la diosa le dice a Azgheda del plan del dios destructor, el cual consiste en encontrar al campeón del mal elemental el cual ya fue encontrado y cuyo nombre es Lareth, llevarlo al antiguo templo del mal elemental, liberar los nodos elementales destruidos hace tiempo y convocar a los príncipes elementales cuyos poderes son los únicos que pueden liberar a Tharizdun de su prisión en un ritual que ocurrirá en la noche oscura, fecha en donde Celene y la Luna no brillan.
 


Azgheda preocupada decide ir entonces al templo del mal elemental, pero la diosa menciona que si los líderes del culto llamados los soñadores de la perdición no son eliminados, el peligro estará latente y llamando a un oso de nombre Barrai, le dice: “Azgheda, esta criatura ahora será tu avatar, el renovara tus poderes, ahora tienes una misión importante, impedir que Tharizdun sea liberado, no atentes contra la naturaleza ni caigas nuevamente en el mal, en tu sangre corre la esencia de la destrucción pero tu mente no, tenlo presente”
Azgheda despierta ahora siendo una centinela de Barrai y viendo a Y´Dey le menciona lo ocurrido, la canonesa sin embargo nada puede hacer, ya que la incursión hecha por Elmo fue un desastre y solo Rufus y Xaod consiguieron salir con vida, Azgheda decide ir sola al templo del mal elemental y rescatar a Lareth a pesar de las advertencias de la canonesa, sin embargo, antes de llegar al templo Azgheda se encuentra con alguien quien no esperaba, su maestra Kella, una poderosa druida quien la cuidó desde que era joven en el bosque moteado, atónita de lo que estaba viendo Azgheda le preguntó porque se encontraba en ese lugar, a lo que la druida respondió: “Hija, todo eso se remonta en el momento en que naciste, yo fui enviada por el circulo druídico para espiar al templo la primera vez que se alzó, disfrazada como un ogro pude ver como el mal crecía sin control en la zona, pero gracias a la batalla que ocurrió en los prados de Emridy, las hordas del mal fueron aniquiladas, sin embargo una sirviente del templo quien se encontraba agonizando estaba embarazada de ti, yo la traté lo suficiente para que nacieras y luego tuvieras una familia junto con los padres de Jon, lamentablemente tus nuevos padres también fallecieron cuando el semidios Iuz intento controlar el bosque, luego te deje al cuidado de tu hermano y seguí explorando esperando que nunca el templo resurgiera, ya fue detenido una vez más, ahora me encuentro acá con la esperanza de ser destruido para siempre”     
Azgheda con esta revelación decide infiltrarse con Kella, pero ella la detiene y le promete investigar en su forma de ogro todo lo que ocurra en el interior, detendrá si es posible la apertura de los nodos a manos de Lareth, además sabe que los miembros de la incursión Elmo y Burne se encuentran con bien, por lo que Azgheda asiente y decide terminar su misión con los soñadores de la perdición, mientras su maestra se despide y convertida en un fiero ogro camina en dirección al templo del mal elemental.

Epílogo

Guts abrió los ojos, la sonrisa de Tauriel de ver que su amigo se encuentra con vida, mientras se incorpora Kella intentaba rastrear a los...