sábado, 25 de enero de 2020

Capítulo 24. La piedra Onirica


Con una furia en sus ojos Jon confronta a Bartoz y de un golpe lo derriba, preguntando que fue lo que le paso a su hermana, Guts se acerca deteniendo a Jon por la espalda evitando el posible conflicto. Bartoz se levanta y comenta: “fue decisión de Azgheda, no quería que ustedes se involucraran con el pacto del diablo”, y posteriormente procede a contar el pacto completo que tuvieron con el diablo, Jon decide regresar a obligar al diablo de devolver a su hermana, pero Guts le informa lo mucho que han avanzado y que si regresan, la posibilidad de llegar nuevamente a este punto sería imposible, Jon entendiendo la situación acepta continuar.
Mientras todo esto pasa Rhaegar se concentra para curar sus heridas, de forma veloz, las múltiples heridas se van cicatrizando a una velocidad sorprendente, por su parte Adgamis decide vigilar las escaleras para evitar ser atacados por sorpresa, mientras Tauriel inspecciona el lugar, encontrando un panel secreto con una piedra de obsidiana, Guts al ver la piedra reconoce que la piedra es una especie de teletransportador, viendo las opciones el grupo decide tocar la piedra.
El teletransportador conduce al grupo a una especie de cámara de torturas, en donde se encontraba atestada de maquinas destinadas a infligir el mayor dolor posible, en el techo se encontraban múltiples mangueras en donde recorría en su interior un liquido de color violeta oscuro, el grupo decide investigar por el sector, sin embargo no fue mucho lo que tenían que explorar, ya que al frente de ellos se encontraba el amo del lugar, un semielemental de tierra custodiado por muchos tumularios, torturando con su látigo a los prisioneros que se encontraban allí, Adgamis viendo que el semielemental se encontraba distraído lanzó su clásica bola de fuego a los tumularios, para aniquilarlos, sin embargo, los fuertes tumularios resistieron el potente hechizo y se dispusieron a atacar. Con las armas al frente, el grupo se enfrentó a las criaturas, mientras el semielemental se preparaba con su potente espadón a la batalla, Adgamis aprovechó uno de los pergaminos conseguido y le lanzó un poderoso dominar persona al enemigo, controlándolo en el acto, el semielemental bajo las ordenes de la hechicera se encargó de eliminar al resto de los tumularios junto con los guerreros del grupo, una vez terminada la batalla y con su nuevo “aliado” liberan a los prisioneros, Festalon Girrot un clérigo elfo de Elhonna, Erdso un monje humano y Tamme una plebeya humana de Rastor quien se encontraba con su amiga Jear una mujer orca también plebeya, Rhaegar la reconoce pues ella era originaria de la tribu de su tía Kreugna, estos rehenes agradecieron a los héroes y con mucha firmeza todos decidieron ayudar a los mismos a terminar de eliminar el atrio interior.
Es entonces que Adgamis le exige al semielemental regresar las cosas a los rehenes, cosa que hace mientras se presenta ante su ama como Yrthuk Innar, entre las cosas se encontraba una varita de curar heridas leves, la cual Festalon uso hábilmente en curar a los rehenes incluyéndose, Tauriel buscó nuevamente en el lugar, encontrando otro panel con dos teletransportadores, uno para regresar y otro para continuar a un nivel inferior, el grupo decide seguir bajando dentro del atrio interior. El siguiente nivel se encontraba iluminado con unas antorchas de revelación situadas sobre unas pértigas, las cuales iluminaban el suelo , en donde se encontraba un mapa en relieve de todo el continente, tierras como Greyhawk, Freeport, Hommlet, Rastor, e incluso el lejano Sunndi se podían apreciar, sin embargo, las pértigas generaban unas sombras que asemejaban unas garras que acechaban el mapa, el grupo intuyó que este lugar era una especie de teletransportador, pero sin saber como usarlo decidieron continuar, igual que el nivel anterior se encontraba otro panel, que conducía a un nivel inferior, nuestros héroes decidieron seguir descendiendo.
En el siguiente nivel se encontraron en la biblioteca del atrio, una habitación lúgubre con infinidad de libros, ojeando un poco vieron bastantes tomos de nigromancia e historia, pero con el tiempo en contra el grupo buscó inmediatamente el panel para continuar descendiendo. En el siguiente nivel los aventureros llegaron a una pequeña habitación redonda, la cual solo se encontraba un objeto, un brasero de cristal que contenía un líquido negro obviamente maligno. Adgamis ordena a su esbirro que buscara en el interior, Yrthuk obedece metiendo la mano, inmediatamente la fuerza vital del guerrero se va de su cuerpo, y es solo con la ayuda de los demás que logran sacarlo de allí, afortunadamente Yrthuk logró sacar un poderoso talismán que Adgamis luego de identificarlo, vió que era un talismán de pureza.

El grupo continuó descendiendo al último sub-nivel lamentablemente esta habitación era con forma de cono invertido, y a diferencia de las otras habitaciones sus paredes no eran negras, eran transparentes mostrando el magma que se encontraba alrededor de la extraña torre, la base de la misma se encontraba al descubierto con tal propósito de caer directamente al magma ¡Peor aún!  Solo se podía evitar una horrenda muerte únicamente colgándose de unas cadenas que se encontraban en el techo, eso no era todo, cuatro quasits se encontraban en el lugar ansiosos de eliminar a los intrusos.
La mayoría de los héroes pudieron aferrarse a una de las cadenas, Shadow por ser un caballo cayó directamente al suelo, pero Adgamis usó su varita de levitar para evitar la fatídica muerte, por su lado Tamme no pudo sostenerse y cayo al fondo, Tauriel lanzó su poción de protección al fuego, evitando gran parte del daño de la plebeya, mientras el grupo estaba en este apuro, los quasits se lanzaron al ataque, la situación se complicó aun más cuando el monje Erdso se volvió loco y empezó a atacar tanto a enemigos como amigos, Guts le informa a todos que los que no puedan pelear intenten irse del lugar, Rhaegar buscó con suma urgencia el panel secreto para regresar, mientras Adgamis lanzaba sus conjuros de levitar a la plebeya y a los que no pudieran trepar, solo Tauriel y Jon pudieron hacerle frente a los quasits, mientras Bartoz intentaba calmar al monje.

Luego de derrotar a los demonios Adgamis logra hechizar a Erdso, dándose cuenta de la marca de la hermandad escarlata, por un momento decidió dejarlo en el lugar, pero Bartoz toma al monje y dirigiéndose al panel huye con él.
Una vez en el anterior nivel, Festalon revisa al hechizado monje y se de cuenta que las torturas volvieron loco al hombre, el grupo decide darles a los rehenes uno de los palos de refugio e indicándoles la situación del atrio exterior les piden que esperen en el lugar, Adgamis espera que el monje hechizado no muera, pues tiene muchas preguntas sobre la maligna secta.
Nuevamente solos, los aventureros subieron la sinuosa escalera al segundo nivel, en el se encontraron con la piedra onírica, una enorme roca multicolor que se ensanchaba a medida que subía al techo, siendo protegida por varios paneles de color ocre, los cuales al analizar su naturaleza mágica Adgamis determina que son espacios extradimensionales tal como el conjuro de la magnífica mansión de Mordenkainen, siendo un total de cinco espacios extradimensionales, el grupo decide revisarlos, encontrando habitaciones vacías posiblemente de los soñadores de la perdición, aunque uno de ellos poseía un arcón con varios conjuros útiles, que el grupo aprovecho tomar para un futuro cercano.
Por su lado Tauriel vio un armario que contenía 10 pociones que luego de la identificación de Adgamis, se descubrió que eran pociones para poder atravesar la piedra onírica. Tomando todos los objetos útiles el grupo subió las escaleras al tercer nivel.
En este nivel el grupo observó que la habitación estaba casi ocupada por la piedra multicolor que va del suelo al techo, siendo mas gruesa a medida que subía al techo, algunas plumas enormes se veían en el suelo y un ruido de gruñidos se escuchaban en el otro lado, Tauriel usa un pergamino de visión verdadera y se da cuenta de un poderoso ser que se encontraba al final de la habitación junto con varios tumularios, Bartoz alcanza a observar la pluma y con la descripción de Tauriel, deduce que es un demonio Vrock.

El ser demoníaco al detectar la presencia de los héroes se lanza al ataque con su poderosa presencia, los Tumularios de igual forma lo siguieron a la batalla, es entonces que Adgamis usa un hechizo de muro de fuego para evitar el avance de los enemigos, pero estos fuertes tumularios poco o nada se hicieron daño al atravesar el poderoso muro, todo quedó a manos de los guerreros Bartoz, Rhaegar, Guts y el dominado Yrthuk eliminar a los tumularios, mientras Jon y Adgamis usaron sus flechas y proyectiles en contra del poderoso demonio.

El inmundo vrock poco pudo hacer algo en contra de los héroes así que el demonio huyó del lugar teletransportándose, no sin antes dejar otro vrock en su lugar, sin embargo, la amenaza de los tumularios ya no existía, por lo que los guerreros avanzaron al demonio eliminándolo en un santiamén, victoriosos el grupo continuó en el siguiente nivel.
Este nivel ocupado casi por completo por la enorme piedra emanaba una aura de locura, el grupo al observar en su interior, veían formas oscuras que parecían estar flotando muy lentamente dentro de la piedra como si fueran a la deriva, es ahí cuando tanto Tauriel y Rhaegar los invade el aura maligna y de repente caen desmayados, dejando al resto del grupo en shock.

jueves, 16 de enero de 2020

Capitulo 23. El orbe de la muerte plateada

El tiempo apremia y nuestros héroes continúan el camino, saben que deben ir a las puertas dobles en donde el frío era tan intenso que les helaba el alma cerca del cuarto de Hedrack, allá está su entrada hacia el atrio interior y la obtención del orbe mencionado por Varachan, los aventureros siguieron por el camino retornando a la entrada de la puerta del agua, confiados en su poder fueron emboscados por la antigua mascota del guardia Kuo-Toa de la puerta del agua, un Khuul salvaje que dentro de la piscina del cuarto usó sus mejores ataques en contra de Rhaegar, apresándolo con sus fuertes tenazas, tanto Azgheda como Tauriel atacaron a la criatura, pero se dieron cuenta que alguien en las sombras estaba ayudando al monstruo, Adgamis usó su vista que mediante poderosos conjuros élficos lograba ver lo invisible, notando un pequeño demonio que conjuraba en favor del Khuul.
La hechicera dispuso sus proyectiles mágicos en contra del demonio, logrando desconcentrar al ser, quien en su locura se transformó en un lobo terrible que atacó sin piedad a los más cercanos, pero gracias a la unión del grupo, los monstruos fueron aniquilados. 
Sin más sorpresas el grupo llega al cuarto designado, el frío era extremo y solo el poder de los mantos purpuras del dios impío podía resguardar las bajas temperaturas, una vez dentro del cuarto la oscuridad era abrumadora, solo se lograba ver mediante la antorcha de la revelación la cual fue encontrada junto con los mantos, no era necesario ser un poderoso clérigo o un paladín para sentir el mal que se encontraba alrededor, tal era la energía negativa que se sentía, que nuestros héroes sintieron el terror que recorría su espalda, Shadow, el caballo endemoniado de Jon, alzó sus pezuñas en una posición amenazante, mientras que la montura de Bartoz se desvaneció en una bruma de niebla, también el rehén que nuestros héroes tenían en su poder, enloqueció y en una jugada desesperada rompió sus ataduras corriendo entre la oscuridad, perdiéndose en el lugar.

Los aventureros investigaron, encontrando las palancas mencionadas por Varachan y procedieron a realizar el ritual para conseguir el tan anhelado orbe, luego de formar la llave maestra (unión de las llaves mayores que poseían) girar las palancas en el orden y soplar el cuerno maldito, una cortina purpura se asomó frente a ellos, el lugar conducía a la cúpula oscura, solo allí se encontraría el orbe, Azgheda decidió ir por el objeto y despidiéndose de sus amigos entró con la antorcha.
Dentro solo se encontraba un huevo encima de una plataforma, una voz profunda resonó en el lugar 

“De nuevo los mortales osan penetrar en la cúpula oscura, arrodíllense ante la esencia de Tharizdun y serán bendecidos con sus regalos, búrlense de él y serán aniquilados” 

Azgheda se acercó notando a su paso el nombre de Tharizdun escrito en la misma plataforma, sin vacilar la druida se arrodillo y mientras mencionaba el nombre del dios tocó el huevo, este se rompió mostrando una calavera plateada con unas protuberancias en la coronilla, de repente la voz profunda hablo con la druida.

“El orbe del olvido ya fue anteriormente tomado, por lo tanto, coge esta copia y sírveme”


Azgheda al tocar el orbe una proyección del templo del mal elemental mostró una calavera de cristal parecida al orbe de la muerte plateada, el orbe le enseño también secretos que puede ser usado por el portador del mismo, sin embargo, Azgheda prefirió salir del lugar, pero al darse cuenta se encontraba en otra área, como si hubiera sido teletransportada, aquí el lugar emanaba a muerte, la druida se encontraba en los pies de una sinuosa escalera oscura provista de un elegante pasamanos y al fondo un altar oscuro en donde alcanzó a apreciar dos pares de ojos rojizos que emanaban odio, la druida sin vacilar dio media vuelta y huyo de la habitación.
Corriendo con todas sus fuerzas la druida se encontró con sus compañeros, pero si Azgheda estaba destinada a obtener el orbe, Tauriel sería la persona ideal para poder usarlo, debido a su aura oscura de asesina, todos los demás estuvieron de acuerdo, y dejando el lugar se fueron a descansar.
Al día siguiente, los héroes decidieron ir al atrio interior por el pasillo secreto encontrado por Tauriel, por el camino se toparon con un muro de fuerza, el cual fue destruido con un desintegrar de Adgamis, al salir se encontraron en el patio mencionado por la asesina, era de día, aunque en este punto no se podía ver el sol por culpa de los vapores sulfurosos emanados por las grietas del volcán dormido, pero algo si se pudo apreciar en toda su magnificencia, erguida como una aguja se encontraba en el centro la torre de la aguja negra, morada de los soñadores de la perdición.


Los aventureros llegaron a la puerta y mostrando el orbe de la muerte plateada exigieron a la mágica puerta parlante acceder a su interior, la puerta burlona decidió seguirles el juego, no sin antes despertar a los habitantes de su interior.
El primer nivel fue una sorpresa para el grupo, ya que fueron recibidos por los tumularios vigilantes del patio y los guardianes del mismo, un par de engendros producto de la unión monstruosa entre dragones y dinosaurios, cubiertos de metal derretido sobre sus alas verdes y negras, otorgándoles una armadura adicional a las ya muy fuertes escamas.
Los monstruos atacaron sin piedad, el primero se abalanzó sobre nuestra valiente druida, quien a pesar de estar nuevamente convertida en oso polar su pelaje no resistió a las fuertes mandíbulas de la criatura, el otro monstruo lanzó su arma de aliento y es cuando Adgamis uso de sus velos místicos para bloquear el arma, mientras los poderosos tumularios se lanzaron en contra de los guerreros. Todo este ruido de batalla atrajo la atención de un guardia vestido con túnicas oscuras y cubierto con un casco ornamentado de cuernos, quien se encontraba acompañado de mismísimo Satau, los cuales bajaron las escaleras del segundo nivel para apoyar a sus criaturas.


Azgheda al ver eso, decide conjurar un mar de peces fantasmagóricos que se dispusieron a devorar a todo ser que se encontrara en el lugar, Jon decide junto con Bartoz ayudar a Azgheda quien se encontraba muy herida en contra del monstruoso semidragón verde, Guts por su parte avanza en el mar de peces fantasmales para encarar inmediatamente a Satau, pero su paso es cortado por la horda de tumularios impidiendo su avance, mientras tanto Rhaegar decide defender a Adgamis la cual estaba a punto de ser devorada por el otro semidragón, Tauriel por último se vuelve invisible y decide tomar por sorpresa al oráculo ilicido.

La pelea se tornó dramática cuando en un giro de acontecimientos, Satau se teletransporta con el guardia cerca al semidragón negro, Tauriel aprovecha para atacar al guardia, apuñalándolo por la espalda, pero el guardia era mas poderoso de lo que ella pensaba y con una palabra la paralizó en su totalidad justo a merced del mismo. En ese momento una voz resurgió en su cabeza, era la voz de Satau quien se expresó con mucho goce y deleite: “Pequeña niña, muy pronto tus pesadillas vistas en mi cuarto se harán realidad, serás violada y torturada lentamente hasta que podamos extraer tu delicioso cerebro de tu cráneo”


Tauriel recordó si visión y siendo incapaz de reaccionar esperó su muerte invadida por el terror, pero gracias a Adgamis quien en el último minuto levantó su ultimo velo para proteger a su hermana electrocutó al oráculo matándolo al instante, el guardia quien era el primer soñador de la perdición con quien nuestro grupo se enfrentó, logro fortalecer aún más al semidragón, quien despedazo a Rhaegar dejándolo al borde de la muerte, el semiorco recurre a su furia salvaje para caer de forma heroica en el combate contra tal abominación, por su parte Jon llena de flechas al guardián mientras Bartoz, Azgheda y Guts terminan con el otro semidragón y los tumularios restantes.


Una vez finalizada la cruenta batalla, Azgheda recupera su forma humana y viendo que el pacto con el diablo no puede ser debido a la muerte del oráculo del templo, decide encerrar el alma del ilicido en la gema, sin embargo las condiciones del trato con el diablo eran precisas y las almas que buscaba eran las de la triada, en concreto el alma del segundo, por lo tanto, como castigo el cuerpo de Azgheda también fue encerrada dentro de la gema.




¿Cuál será el destino de Azgheda? ¿Qué otros peligros esperan a nuestros héroes? Uno a uno van cayendo y al final ¿todo será oscuridad y destrucción?


viernes, 3 de enero de 2020

Capítulo 22. Pacto con el diablo

Con tantos peligros encima, Guts decide tomar las riendas del grupo y los organiza de tal forma que se disminuyan los errores, su prioridad limpiar el atrio exterior comenzando con el dragón que los acechaba, pero esta vez irían preparados, formándose en tres grupos unidos una avanzada, compuesta de Tauriel, Azgheda y Rhaegar, un grupo central conformado entre Adgamis y Bartoz, y la retaguardia en la que Jon y el mismo Guts, tendrían de tal forma que evitaran ser emboscados, si los problemas ameritaban el conjuro de transposición benigna de Adgamis cambiaría a los miembros que tuvieran problemas. Una vez decidido el avance, Tauriel y Azgheda continuaron rastreando al dragón mientras visualizaban cualquier trampa.
No demoraron bastante, pues el olor del dragón se sentía al frente, un miedo incansable recorrió el cuerpo de Rhaegar, quien empezó a chirriar sus dientes, cuando de repente llegaron al lugar, una inmensa bóveda con un amplio pozo cubierto de monedas y joyas, y sobre el tesoro un dragón enorme de color rojo veía al primer grupo, Tauriel sintió que la presencia del dragón era demasiado para ella y quiso pasar desapercibida volviéndose invisible, pero los sentidos agudos del dragón cayeron con el plan, Rhaegar por su lado no quiso acercarse más y tomo distancia, dejando a las dos jóvenes frente a la imponente criatura.
El dragón saludó cortesmente con una voz femenina muy dulce a pesar de su tamaño: -Oh, veo que por fin la presa se digno a salir de su escondite para evitarme la fatiga de buscarlos, es bueno saber que la comida sabe cuando es comida, ¡bien! Sepan que se considera un honor ser devorados por Chymon guardiana de la puerta del fuego-
Azgheda replico ante tal provocación y se lanzó directamente al ataque, pero en ese momento del techo de la bóveda, varios jinetes de aracnófagos salieron al ataque en contra de la druida, mientras Chymon usaba su potente arma de aliento en contra de la misma, Tauriel al ver eso, desmontó rápidamente a un costado llegando a la pared, mientras que la osa saltó a un lado cubriéndose con una roca, mientras empezaban los ruidos de batalla, los demás se acercaron Rhaegar todavía asustado, decidió esperar a que un jinete se acercar a su hacha para destrozarlo, Adgamis cambió la naturaleza de sus hechizos para lanzar bolas de hielo en contra del monstruo, Jon por su lado empezó a eliminar a distancia a los jinetes para dejar a las monturas enemigas sin control, en todo eso, Tauriel aprovecho y con sus botas de trepar cual arácnido, pudo subir por una pared y eliminar a un jinete, tomando el control de su montura, ahora podía acercarse mejor al dragón.
Guts indico a Adgamis y Azgheda que debían evitar que Chymon volviera a lanzar su arma de aliento mientras que los demás acababan con los jinetes, todos se movían a toda velocidad, mientras los ataques pasaban, otra arma de aliento de Chymon se asomaba esta vez dándoles de lleno a la mayoría de los héroes, a excepción de Jon.
Es entonces que Bartoz bajo de su montura y auxilio a Adgamis, mientras Guts los protegía de cualquier ataque, Rhaegar avanzó contra los aracnófagos que se encontraban sin jinete y Tauriel logro colocarse detrás de Chymon para realizar su ataque furtivo, sin embargo, la piel de Chymon era muy gruesa y nada pudo hacer en contra de la dragona.
Chymon empezó así su ataque y mientras extendía sus alas para volar, lanzó su furia en contra de Azgheda quien a pesar de su grueso pelaje, pudo herirla varias veces dejándola malherida, ella sin embargo no flaqueó e intento asestar un mordisco obligando a Chymon a bajar al suelo, momento que Bartoz aprovechó y montando su montura cabalgó en contra del monstruo perforando su piel y matándola en el acto.
Los jinetes sobrevivientes intentaron escapar, para avisar a más guardias del deceso, pero Jon logra invalidar la acción y acaba con los jinetes restantes, exceptuando a uno a quien el grupo lo toma como rehén, este miembro les dirá toda la organización restante del templo pensaron todos.
Aprovechando la situación Azgheda y Jon revisaron que nadie mas se acercara, mientras Bartoz y Guts hablaron con el Jinete, quien les informó de un huésped del atrio, un poderoso diablo Cornugón al que los lideres del culto lo habían convocado para realizar un trato, también indicó los aposentos del oráculo Satau y las fuerzas remanentes del atrio que ya no eran muchas, ¡por fin se podía saborear la victoria!, Tauriel mientras tanto, revisó el tesoro del dragón, dándose cuenta que rea una ilusión, pero en el centro del piso cóncavo de la habitación, se encontraba un pozo que daba acceso al verdadero tesoro, miles de monedas de oro, plata y cobre, y cuatro habitaciones con diversas trampas que contenían en su interior pergaminos poderosos que Adgamis recibió con gusto, pero algo que nuestros héroes no se percataron en su felicidad fue lo siguiente, habían pasado mucho tiempo revisando los tesoros y ningún enemigo se había acercado, tal vez los miembros del mal elemental estén preparando un contragolpe.
Una vez traídos los objetos, Azgheda y Bartoz decidieron hablar con el diablo y verificar de que lado se encontraba este ser, muy pronto llegaron a su habitación, una amplia cámara provista de una cama cómoda con varios huesos de animales grandes, caballos en su mayoría, al fondo el diablo quien no se inmuto con la presencia de los dos héroes, musitó que los estaba esperando, sabía de los intrusos que estaban generando caos en el templo y decidió ayudarlos, a cambio de que le consiguieran el alma de uno de los miembros más poderosos del culto -El segundo-, el gustosamente les ayudaría al ingreso del atrio interior, pero para eso necesitaría del mismo oráculo, Azgheda y Bartoz no estaban convencidos del trato, pero las almas de estos miembros igual irían al infierno o el averno, no estarían haciendo un acto maligno en sí, además era mejor no tener una batalla innecesaria en contra de un poderoso diablo, así que aceptaron el trato, pero, ¿No habrá algo más en este tipo de trato?
El diablo les entrega entonces un medallón que atrapa el alma del vencido y dándoles una despedida menciona unas palabras confusas: -Señores les deseo que su viaje no tenga contratiempos y que culminen con su misión lo más pronto posible- Al encuentro con sus compañeros hablan con los demás pero no les comentan todos los detalles del trato, por lo que el siguiente paso era capturar a Satau, así que todos se dirigieron a sus aposentos.
En la habitación iluminada con una pequeña vela con una llama violeta, el grupo vio que no había ninguna criatura, tan solo un pozo que conducía a la inmensa oscuridad, Tauriel y Azgheda decidieron descender para capturar al oráculo una vez en su interior, las jóvenes encontraron unos artefactos que permitía ver los objetos consagrados de Tharizdun, como es el orbe de la muerte plateada mencionado por Varachan, pero ningún rastro del ilicido oráculo, solo una cámara con varias columnas, mientras las jóvenes se acercaron al fondo de la cámara visiones de azotamentes las atormentaron de diversas formas, la visión de la druida fue que sus amigos eran devorados por los azotamentes y luego ellos devoraban el cuerpo de ella.
Por su parte Tauriel sintió como era violada por un consorcio de azotamentes para que terminara su dolor con la extracción de su cerebro, Azgheda al salir de su visión concluyó que Satau se encontraba invisible destruyendo la mente de ellas mientras el se deleitaba, por lo que informa a los demás del grupo por fuera del pozo, Adgamis usa su conjuro de purgar invisibilidad y desciende también al pozo, sometiéndose también a su propia pesadilla en donde su propio padre era un ilicido que le succionaba su cerebro, la hechicera logra salir de su ilusión,  pero lamentablemente el oráculo no se encontraba en el lugar, solo había una mesa de obsidiana que tenía una jarra con un misteriosa polvo.
Ante la impotencia Azgheda rompe el jarrón, pero Tauriel con su astucia se le ocurre imitar a Naquent para engañar a Satau mediante el medallón de contacto, sin embargo, el ilicido ya sabía de los planes de las muchachas, no por nada era el oráculo del templo, y sus visiones le habían mostrado los problemas que el grupo les causarían al templo del mal elemental, por lo que tomó medidas y su captura no sería fácil, el grupo con rabia por haber fallado en la misión, descarga su impotencia en los siguientes enemigos que fueron un par de nagas oscuras,, las mismas que les menciono la saga marina Gouquog en el templo del agua tiempo atrás, y, a pesar de su emboscada y sus trampas y conjuros que tenían preparados, fueron vencidas fácilmente por el grupo.
Y con la muerte de las ultimas defensas del atrio exterior, nuestro grupo se dirige al ultimo lugar en donde puede estar el preciado orbe, y posiblemente también a Satau.




Epílogo

Guts abrió los ojos, la sonrisa de Tauriel de ver que su amigo se encuentra con vida, mientras se incorpora Kella intentaba rastrear a los...