Ya
quedando solo un templo nuestros héroes avanzan en las minas, por el camino se
encuentran a un grupo de simios terribles, pero luego que Azgheda derrotara a
su líder, los demás simios prestaron su lealtad a la druida.
Con
el grupo fortalecido por los primates los héroes continúan su camino pero son
abordados por un nido de osos lechuza, los cuales son derrotados por los
aventureros, pero uno de los simios es asesinado. Posterior al encuentro se
encuentran con su aliado kuo-toa Moolowik el cual saluda a nuestros héroes cortésmente:
“Mis compañeros ribbit, lograron llegar a nuestro templo ribbit, estoy feliz de
que pudieran sobrevivir al ataque del templo del fuego, nuestro sumo sacerdote
quiere brindar un banquete en honor a los reclutas que ayudaron a derrotar el
templo maligno ribbit”
Nuestros
héroes tomaron esto como una señal, al parecer los kuo-toa no se habían enterado
de su verdadera naturaleza de nuestros aventureros, por lo que fueron
escoltados a las entradas del templo del agua y recibidos por el sumo sacerdote
del agua un Kuo-toa semidemonio de color azulado llamado Oomkaan que acompañado
por un enorme elemental de agua saluda a nuestros héroes y luego de darles
trajes y medallones que los convierte en grandes guerreros en la facción, posteriormente
los aventureros son escoltados a un gran comedor en donde todos los miembros del
templo los estaban esperando, sin embargo algo era sospechoso y Tauriel decide
investigar, mientras Adgamis realiza unos trucos menores con su magia
entreteniendo a los cultistas, Tauriel se vuelve invisible y explora el lugar.
Para
su sorpresa las sospechas que tenía la asesina era correctas, un poderoso ejército
compuesto por elementales, mefits y espumarjos (Peces humanoides) increíblemente
grandes con un tatuaje que asemejaba una calavera eran comandados por una mujer
de cabello verde vestida con una túnica ocre y una corona de coral en su cabeza
quien con una voz determinada le comentaba a un kuo-toa lo siguiente: “Nilbool,
¿los intrusos ya se encuentran en el comedor?” obviamente esta mujer era la
verdadera Sacerdotisa del templo.
“Si
mi señora Kelashein, croac ahora Oomkaan los tiene entretenidos, ya las mascotas que poseen se encuentran a un lado del comedor, lejos de los ataques que puedan
hacernos croac” responde el Kuo-toa.
“Bien
mi teniente, lord Hedrack nos ha encomendado esta misión y no podemos defraudarlo,
de lo contrario nuestras cabezas rodarán, una vez que eliminemos a nuestros
enemigos iras conmigo al atrio exterior, envía un mensaje a látigo que pronto
iremos a la puerta del agua. Ahora saca los carroñeros reptantes y que comience
a fiesta” mientras ríe Kelashein, varios conjuros son lanzados sobre ella y con
cada conjuro su presencia se sentía más imponente.
Tauriel
regresando al comedor aprecia que todos se encontraban en algarabía, en medio
del ruido, la asesina alcanza a informar del inminente ataque a Guts y a su
hermana, pero cuando iba por Jon y Azgheda el ataque da comienzo.

Azgheda
al ver las caídas de varios de sus compañeros llama nubes de relámpago que
electrocuta a varios de los enemigos, pero no a los kuo-toa quienes lanzas sus
mejores conjuros en contra de la osa, Jon aprovecha y saca del peligro a la hechicera mientras Guts
hace frente a todas las criaturas, eliminando al semidemonio Kuo-Toa en el
proceso.
Jon
brinda su poción de curar heridas a Adgamis con lo que la elfa logra
despertarse y lanzar el conjuro de ver lo invisible, notando a dos acechadores
invisibles que atacaron a su hermana, Jon lanza sus flechas a los elementales
mientras Guts se enfoca en los elementales, eliminándolos uno a uno con cada movimiento
de su espada.
Azgheda
por su parte logra eliminar los enemigos de su lado y ayuda a Guts, mientras
Adgamis ya viendo a los acechadores elimina con rayos abrasadores a las
molestas criaturas, habiendo derrotado a todos los enemigos y quedando solo
Nilbool y Kelashein, el kuo-toa se arrodilla en implora por su vida mientras la
maniática mujer reía como loca esperando por la muerte, al final ambos fueron
asesinados por la espada de Guts mientras Derrim que no había podido luchar,
por un conjuro de inmovilizar persona de Kelashein curo la heridas de Tauriel,
y aunque algunos espumajos y guerreros escaparon, el grupo se dirigió al templo
para ser destruido con un conjuro de desintegrar de Adgamis dando por terminado
por el último de los templos elementales.
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