“¡Mis
memorias son un desastre! Luego de tanta tortura, soy solo un despojo de persona,
conservo un poco de mis recuerdos, mi nombre, mi misión y poco más. Me
encuentro en una pequeña celda, descansando hasta que una mano toca mi brazo,
me despierto sobresaltado empuñando mi espada lo mas fuerte para poder dar
el primer golpe pensando que habían descubierto mi refugio, sin embargo, todo
fue una falsa alarma, Varachan, el elfo que ha estado cuidándome las ultimas
semanas ha venido por mi. El hombre se encuentra bastante ansioso pero también un
poco triste, me ha ordenado abandonar mi lugar, al parecer ha llegado la hora
de reanudar mi misión, destruir este impío lugar.
Mi
primera tarea es encontrar un grupo cuyos objetivos se alinean a los míos,
Varachan felizmente lo ha encontrado y mientras me regresa mis pertenencias, el
elfo me pide encarecidamente terminar lo que inicié. Debo separarme del elfo,
pues su tapadera puede ser descubierta y es mejor tener aliados infiltrados en
las filas de este maligno lugar, le ruego a mi dios que cuide de mi único amigo
en esta región, aunque siento una pesadez en mi corazón en el momento de
recitar mi plegaria.
Parto
hacia un túnel escabroso, me encuentro solo caminando durante varios minutos,
siento bastante calor bajo mis pies, a medida que pasa el tiempo la idea de
completar la misión empieza a volverse lejana, ¿Y si no encuentro la forma de
destruir el templo? ¡Demonios! No debo pensar en eso, debo continuar y acelerar
el paso.”
“No
tardo en darme cuenta de señales de una batalla al frente, escucho ruidos y
llantos hacia donde me dirijo, mis manos sienten la furia de asestar un golpe y
ayudar a los que se encuentren adelante, ¿podrían ser los aliados que necesito
y que Varachan me comentó? Al llegar al lugar veo como un elfo escuro cae
muerto con unas astillas de madera insertadas en las cuencas de sus ojos, he
llegado al lugar, escucho mas ruidos a la distancia, una mujer encapuchada se
acerca a mi, pero no me percibe, su atención está mas en un collar que tiene
otro cadáver producto de la reciente batalla, mientras me acerco, siento que el
mal se ha mermado, pero la joven no me inspira confianza, tal vez estoy en un
error, y será mejor continuar por otro lado, posiblemente la joven sea también miembro
de las fuerzas de este templo y el ataque solo fue una represalia por alguna rebeldía
entre sus tropas. Cauteloso hablo con la joven, pero no me responde, se
encuentra mas ocupada en registrar los cadáveres, entre ellos se encuentra mi
cuidador Varachan, la joven intenta saquear su cuerpo pero se lo impido,
alegando que esa persona merece respeto, sabia que la joven me daba mala espina
y estuve a punto de desenvainar mi espada, pero al poco tiempo se acercan mas
sobrevivientes, un orco, un hombre, un oso y a lo lejos oigo una voz dulce,
alguien que me llama por mi nombre –Bartoz- dice, se trata de una hermosa mujer
elfa de cabellos rojos como el fuego, de pronto todo se vuelve negro y un
terrible dolor de cabeza me deja paralizado"
Bartoz
“La
muerte de los inmundos elfos y de la mujer maniática son un alivio para mi, muy
pronto este lugar me pertenecerá y haré honor a todo mi clan, pero no se puede
cantar victoria todavía, se escuchan a lo lejos una especie de rugidos y veo a
los debiluchos muy asustados, en especial la comadreja quien se dispone a
quitarle el medallón que sirve para hablar con las demás tropas enemigas del cadáver
de la mujer. La comadreja tuvo una brillante idea, imitando la voz de la mujer hizo
retroceder a las tropas, por lo pronto no comeré carne de dragón, debo admitir
que la debilucha tiene cerebro, en esas estamos cuando sale un hombre de entre
las paredes, el tipo no parece ser parte del templo, es muy caribonito y limpio
para el lugar, todos nos recomponemos y nos acercamos, aprovecho para levantar
a Adgamis, ¡Ja! Demasiada acción dejo fuera de combate a la flacucha, sin
embargo, me preocupa que no pueda salir de esta, a diferencia de los demás, es
la única de este grupo que me interesa su bienestar, es la única que se ha
portado bien conmigo, los demás pueden irse al infierno.
La
pobre flacucha se encuentra triste, acaba de morir su mascota, es una lastima pero
quien la manda a traer bichitos a un lugar tan peligroso, de pronto Adgamis
dirigió su mirada al tipo que salio de las paredes y se sorprende, lo llama por
su nombre, la flacucha conoce al sujeto, el tipo parece también reconocerla,
pero ahora es el quien se marea, ¡Bah! Estoy rodeado de puros enclenques,
Adgamis habla con el, le dice que es hijo de un viejo poderoso, yo no se, que
tanta pendejada hablen, si el tipo caribonito nos sirve, pues que venga con
nosotros, si no, que se haga a un lado, bueno, lo importante es que Adgamis lo
convence de unirse a nosotros, espero que sea útil y que no se desmaye en medio de la
guerra.
La
comadreja nos comenta que ha mandado las tropas restantes en una hora a los aposentos
de la vieja loca, su plan consiste en prepararles una emboscada y eliminar a
los que hacen falta, buen plan viniendo de alguien con el cerebro tan pequeño,
y con el nuevo enclenque partimos a los aposentos de la loca esa, no sin antes
mover y esconder los cuerpos de los enemigos, incluyendo el cuerpo del elfo
degollado, lastima del pobre cariquemado, era uno de los dos elfos que no odio…bueno
será mejor continuar”
Rhaegar
“Con
la muerte de Varachan, las pistas para eliminar al templo se han visto
reducidas, ahora solo pienso que se debe abrir paso a través de los golpes,
pero no todo es malo, un paladín conocido de Adgamis se encontraba por acá, nos
servirá otra fuerza de ataque, y con Rhaegar ya somos tres, creo que podemos
avanzar. Los cadáveres fueron escondidos y Varachan fue puesto en su habitación,
Adgamis aprovecha y coloca a su familiar en las manos del elfo, el paladín que
se presenta como Bartoz, aunque nos dice que no tiene memoria Adgamis si lo conoce
bien, al parecer es hijo de otro miembro del circulo al igual que mi padre,
creo que el destino obliga a que nosotros nos conociéramos y con Jon ya
seriamos tres que poseemos ese vínculo de hermandad, pronto continuamos a la habitación
de Naquent, pero sentimos presencias extrañas, las auras mágicas que se
aprecian son evidentes, Adgamis sabe que son, un par de asesinos fantasmales
que nos atacan, sus ataques no los puedo esquivar y soy mortalmente herido,
mientras agito mi espada al aire, Azgheda hace lo suyo con sus garras, al final
todo resulto bien y las criaturas fueron eliminadas, aprovecho para curar mis
heridas con todas las pociones que hemos recolectado, ¡Diablos! Nos falta mucho
Terjon o Derrim para estos casos, no debí permitir que se fueran, su compromiso
con eliminar este lugar debe ser mayor, no entiendo, si yo pude dar espera a mi
búsqueda de Tenser ¿como no pueden hacerlo ellos?, bueno ni hablar, continuaremos
a los aposentos de Naquent”
“Algo
curioso se aprecia en el cuarto del frente, como siempre Tauriel, se vuelve
invisible y baja las escaleras que conducen al cuarto a investigar, el tiempo
ha pasado y no hay razón de ella, Azgheda también baja pero es poco el tiempo
que pasa pues ella nos llama a bajar, en el lugar se ven una multitud de
hombres idénticos encerrados en capullos, debe ser un hechizo de clonación como
los que hacia mi padre, en los capullos están inscritos el siguiente nombre –Unariq-
es el mismo nombre de la lapida en las minas, debió ser un poderoso sacerdote
de este templo para tener tantos clones a punto de ser activados, mientras
exploramos, vemos en el centro una hermosa gema, tanto la gema, como todo el
lugar, posee un aura mágica muy fuerte, la situación ya no se puede tomar a la
ligera como antes, pero mientras salimos, Bartoz se detiene y sin pensarlo inserta
su espada en uno de los clones, lo que aconteció después fue desconcertante, el
clon se transformo en una sucubo que intento asesinar al paladín, llamándolo también
por su nombre, vamos que es curioso que muchos
seres sepan quien es Bartoz, menos el mismo, aniquilando a la demonio,
continuamos nuestro camino, no sin antes ver un destello de luz que emanó la
gema”
Guts
“¡Pero
que tonta! Mi codicia me hace cometer locuras, al haber tocado esa gema,
aparezco en otro lugar diferente, me encuentro sola y no me puedo respaldar con
Guts o mi hermana, espero que mi invisibilidad dure, de lo contrario estoy
frita, continuo caminando por un túnel hasta llegar a una puerta secreta, en
esas me acuerdo del medallón, Adgamis me estaba hablando desde el que ella
tiene, en un dialecto elfico que solo nosotras dos entendemos, no puedo
describir la alegría de escuchar la voz de ella, si bien cuando entramos a este
templo he sentido el distanciamiento de los demás, en especial de ella, su voz
nuevamente me reconforta, no es de mi afecto pero es mi hermana después de
todo, le comento mi situación`y me dice que espere por ellos, que me quede
quieta, pero ¿como puedes pedirle a una mente curiosa como la mía quedarse a
esperar?, decido abrir la puerta y explorar con el resguardo de mi conjuro de invisibilidad, así que avanzo y el paisaje es desolador, veo lo que parece ser el interior de
un volcán dormido, con caliza y grietas de lava seca, contrastando con la luz
del magma en el suelo, al fondo lo que se ve es una torre alta de color negro, rodeado
de muchos tumularios, ¡Dios! sin querer he llegado al atrio interior, ¡Rayos! ¡Debo
regresar! ¡Esto es demasiado para mí!, me giro inmediatamente y corro a toda
velocidad, pero una fuerza invisible me tumba en seco, ¿Ahora que otra cosa más
me va a pasar? No teniendo otra opción continuo hacia la torre que mas parece
una aguja negra en el horizonte, al llegar veo un puente colgante de madera y
al fondo una puerta de hierro que mágicamente forma un rostro humano y me
habla, al parecer conoce todo de mi, y me invita a entrar, por primera vez
siento un miedo peor que si fuera a morir. Amablemente declino la oferta de la
puerta mágica, pero mi situación empeora cuando mi conjuro de invisibilidad se
esfuma y los tumularios advierten mi presencia, no teniendo otra opción saco
temblorosa el pergamino de la puerta dimensional y me traslado a la cámara de
los clones”
Tauriel
“La
sensación de mal que gobierna este cuarto es impresionante, no tiene uno que
ser hábil en su detección para darse cuenta, salimos inmediatamente esperando
que Tauriel sobreviva hasta que lleguemos, avanzando, nos encontramos con mas
guardias de las torres montados en unos aracnofagos, los cuales los atacamos
inmediatamente, la adición de Bartoz al grupo fue un completo alivio, quien
convocando a su montura vuela por los cielos matando a varios de los jinetes
junto con Guts, Adgamis hace lo suyo con sus conjuros y mi hermano elimina a
otros con sus flechas, dejándonos las sobras a Rhaegar y a mi, sin embargo hay
dos jinetes que me causan curiosidad, son del templo pero son mas hábiles que
el resto, le informo a Jon que concentre sus ataques en esos dos y eso hace, acabando
con ellos con cierta dificultad, cuando me acerco a sus cuerpos, noto un
tatuaje extraño en sus brazos, una cruz de color rojo que nunca había visto, al
mostrársela al grupo, nadie le da importancia, aunque Adgamis se ve un poco
nerviosa, tal vez sepa algo de eso, pero no es el momento para preguntar,
debemos preparar una emboscada”
Azgheda
“Mi
hermana no puede dejar sus manos dentro de sus ropas y debe tocar todo lo que
sea, la inconsiente ahora toco la gema del cuarto y de repente desapareció, le
informo a los demás y juntos discutimos si había algo que hacer para salvar a
la tontarrona, luego de mucho meditar, se me ocurrió usar el medallón de
Hedrack, estuve un buen tiempo intentando comunicarme con Tauriel, pero la
tonta no responde, hasta que por fin, me dice casi sollozando que se encuentra
en el atrio interior, ¡Dios!, la imprudencia de Tauriel nos va a matar un día,
se los aseguro, le digo que espere mientras matamos a las tropas restantes de
Naquent y vamos por ella, espero que capte el mensaje.
Continuando
al lugar nos encontramos con mas guardias del templo, los cuales acabamos en el
acto, pero un escalofrío recorre mi piel cuando Azgheda revisando los cuerpos
nos muestra el tatuaje de la hermandad escarlata en dos de ellos, ¡Rayos! esos
sujetos se encuentran es este lugar tan alejado, espero que no se enteren de mi
origen real, ni el de mi hermana, o nuestras vidas estarán en un peligro mayor
que el que nos enfrentamos actualmente, mejor dejo de pensar en eso, llegamos
al cuarto de Naquent y preparamos la emboscada, las tropas que llegaron eran
menores de lo que esperábamos, osgos, minotauros y un trío de ogros liderados
por el cobarde de látigo, con quien nos encontramos en la puerta del agua. Jon
hizo lo suyo matando al bastardo de un solo ataque y los conjuros de Azgheda
junto a los míos fueron un excelente combo para aniquilar a los seres, la
verdad mientras estemos juntos somos imparables”
Adgamis
“Las
batallas han sido solo un letargo de lo que se avecina, pronto acabaremos con
todo el maldito lugar, me encuentro eso sí, preocupado por Shadow y con más razón
cuando el paladín Bartoz detecta el mal para saber dónde estaba Tauriel,
encontrando mal en mi interior, si algo tengo es un odio en contra de este
culto quien asesinó a mi verdadero padre y pos su culpa nunca lo logre conocer,
mi vínculo con Shadow crece, siento su miedo aunque se encuentra vivo que es lo
importante, luego de derrotar a los cultistas mediante la emboscada preparada
por Tauriel, les digo a mis compañeros que busquemos a mi caballo, mientras
siento como me acerco a él, un sentimiento de frustración de lo que presentía nublaba mi mente, hecho que se confirmó cuando llegamos a las escaleras que conducían
al cuarto con la máquina que injertaba las extremidades demoníacas y allí
estaba Shadow, con sus ojos botando un fuego azul y sus patas traseras
convertidas en las extremidades de un demonio, mi furia se emancipó y solo el
consuelo de mi hermana pudo consolarme, diciéndome que ella tenia un hechizo
que podría volver a la normalidad a mi amigo, espero que tenga razón y sea así,
con Shadow nuevamente a mi lado, nos dirigimos nuevamente al cuarto de los
clones para ir por Tauriel.
Al
llegar al lugar, un portal se abrió en el techo de la habitación y el el cae
Tauriel quien la ayudamos a recomponerse, ella se encuentra totalmente asustada
de todo lo que vió en las afueras del atrio interior”
Jon
Para cuando la próxima?
ResponderEliminarSerá en pocos días
Eliminar