lunes, 17 de febrero de 2020

Capítulo 25: Caos y locura

Desnudos en la inmensa oscuridad Tauriel y Rhaegar fueron acechados por macabras risas en sus espaldas, el miedo recorría sus cuerpos, mientras se giraban para ver lo que más allá de la negra oscuridad, las continuas risas se acercaban cada vez más y más, mientras nuestros aventureros intentaban huir. De repente la figura siniestra de dos mujeres repulsivamente feas, cubiertas de verrugas, ampollas, llagas abiertas y con sus cabellos andrajosos aparecieron del suelo agarrándolos y arrastrándolos a un foso de lava hirviendo, sus gritos por más fuertes que eran no se escuchaban en el lugar, el ardor de la lava en la piel era insoportable, creyendo que ese era su final los dos héroes despertaron.
Allí se encontraban sus amigos, sus ropas las tenían puestas y el sentimiento de dolor era como si nunca estuviera, asustados preguntaron por las brujas que los agarraron, pero confundidos los demás aventureros les explicaron que ellos habían caído inconscientes cuando llegaron al nuevo nivel, levantándose nuevamente los héroes continuaron subiendo los niveles en búsqueda de la triada.
En el siguiente nivel viéndose rodeados en su totalidad por la piedra onírica, los héroes apreciaron en su interior los cadáveres de varios sujetos flotando en el interior de la piedra, allí inmediatamente varios proyectiles mágicos salieron de la misma piedra impactando a Rhaegar, Jon uso su yelmo de cazador logrando ver un par de brujas que atacaban a los héroes desde el interior, pronto el arquero avisó al grupo poniendo en alerta a todos, Adgamis usó sus poderes lanzando una bola de fuego a las brujas, pero el ataque solo golpeó a la misma piedra, la cual respondió con una explosión de energía negativa que impacto de regreso a la hechicera, pero a pesar del ataque Adgamis no sufrió daño alguno.
Viendo la terrible situación, los guerreros Bartoz y Guts tomaron las pociones para ingresar a la piedra que encontraron en los niveles inferiores de la torre e ingresaron a la piedra. Una vez adentro la energía oscura era tal que susurros malignos se escuchaban en sus oídos saliendo de los mismos cuerpos que flotaban incitando a caer en la locura de Tharizdun, los guerreros sabían que poco a poco caerían en la locura y serían uno más de los cuerpos flotando en el interior de la piedra, así que debían actuar rápido y asesinar a las brujas. En las afueras impotentes los demás veían la batalla, cuando Tauriel y Rhaegar lo notaron, las brujas eran las mismas que vieron en sus sueños, Adgamis al escuchar esto reconoció a los seres como unas sagas nocturnas, y viendo la fuerte amenaza tomo también de la poción y entró con los guerreros al interior de la piedra.

Mientras Guts lograba asestar golpes a una saga, la misma lanzó rayos de debilitamiento para eliminar al guerrero, con lo que no contaba era que Guts, de sus anteriores luchas sabía cómo derrotar a criaturas lanzadoras de conjuros y con su espada logró devolver el hechizo a la bruja debilitándola en el proceso, lamentablemente Bartoz no corrió con la misma suerte, eliminando toda la fuerza del santo guerrero la saga se disponía a matarlo, por fortuna Adgamis apareció y lanzó rayos abrazadores en contra de la saga, haciéndola retroceder y lastimándola fuertemente.
La bruja con diversos conjuros de proyectiles intentó eliminar a la hechicera mientras la otra bruja hizo lo mismo con Guts, pero no fueron rivales ante los poderosos aventureros, Guts con su habilidad logró asesinar a las dos brujas para luego rescatar a Bartoz, Adgamis aprovechó sus conocimientos en las sagas y con insistencia buscó un tesoro de las brujas conocida como la “piedra corazón”, un poderoso objeto que elimina cualquier enfermedad a quien lo use, con sus sentidos élficos pudo encontrar las dos piedras, dándoselas a Tauriel y Rhaegar.
En el siguiente nivel, los aventureros se toparon en la entrada del nivel con un escrito grabado en la piedra que recitaba lo siguiente “El favor del dios oscuro sonríe a aquellos que están dispuestos a arriesgar mucho para ganar mucho”, nuestros héroes continuaron encontrándose con un muro de fuerza violeta, siendo custodiado por un esqueleto de túnica trasn una mesa de piedra violeta, quien con suma habilidad barajaba unas cartas, Guts miró al ser dándose cuenta que las cartas poseían un poder mágico increíble y que era peligroso acercarse a él, increíblemente el esqueleto hablo: “Represento el caos y locura de nuestro señor Tharizdun, ¡Vengan a mi si quieren continuar! escojan las cartas para poder continuar y comprobaremos si la suerte de los dioses les sonríe”.


Sin saber como continuar, el grupo decidió seguir el juego comenzando con Guts sacando la primera carta la cual era “la cometa”, el esqueleto arañando la mesa con los huesos de la mano respondió. “Haz elegido bien, puedes continuar”, el muro se desvaneció por un instante permitiendo a Guts a continuar, la carta por su parte desvaneció una vez Guts cruzó, sin saber que efecto generaba la carta el guerrero esperó al resto del grupo, la siguiente en cruzar fue Tauriel quien saco la carta de la medusa, el esqueleto cloqueó en tono de alegría, Tauriel sintió que le cayó una maldición del mismo Tharizdun, sintiéndose más débil continuo su camino.
Los siguientes fueron Rhaegar y Jon, el bárbaro sacó la carta del caballero recibiendo un aliado orco guerrero de nombre Ragnar quien le juró lealtad hasta su ultimo aliento, Jon por su parte sintiendo que la suerte estaba de su lado, robo dos cartas, siendo estas la estrella y el trono, con la primera el arquero fue renovado de energías volviéndolo más ágil que antes, con la segunda carta una voz profunda del mismo Tharizdun nubló su mente prometiéndole la construcción de una fortaleza en donde el quisiera, Jon recordando a su padre Otis imaginó como fueron sus días como el herrero de Nulb, de repente la voz dijo: “¡ESTA HECHO!” con eso el explorador avanzó.
Mientras esto pasaba, Adgamis logró identificar las cartas y conociendo sus propiedades le informó a Bartoz, que una de las cartas tenía el poder de regresar el cuerpo de Azgueda de nuevo con ellos y arriesgándose a traerla Adgamis sacó dos cartas también, sacando la carta del pícaro y la estrella, en esas el esqueleto volvió a cloquear, aunque la carta de la estrella le confirió más belleza, la carta del pícaro le traería consigo a un poderoso enemigo, Bartoz por su código de honor de defender el bien, quiso destruir el objeto de maldad, pero al recordar las palabras de Adgamis decidió sacar la carta con el fin de recuperar a Azgueda, confiándose a los dioses saco la carta, el esqueleto al ver el resultado rompió en colera pues la carta no era otra el “el sol”, en ese momento la mente de Bartoz se aclaró y recordando por completo su vida continuó a través del muro y arrodillándose a Adgamis le dice: “¡Princesa Zanadel! es un honor volverme a encontrar con usted, disculpe el no haberla reconocido anteriormente, aunque no es escusa las torturas que tuve que soportar en este templo dejaron mi mente un desastre, ahora yo Bartoz hijo de Leomund quien acabo de recuperar mi memoria dispondré mi espada y mis habilidades a usted y sus compañeros para destruir este mal para siempre”

   
Sorprendidos por las palabras del guerrero, los demás notaron como Bartoz tenía una fuerza y superior a la que tenía cuando se encontraron, Adgamis quiso preguntar el porque Bartoz se encontraba en este lugar, a lo que el paladín respondió. “princesa este no es momento para hablar de eso, el mal del lugar es impresionante y debemos destruirlo en el menor tiempo posible y así evitar que mayores males nos logren afectar”, todos continuaron al siguiente nivel, mientras el súbdito dominado de Adgamis se quedó en el nivel del esqueleto siendo incapaz de sacar su carta.
En el séptimo nivel los aventureros se encontraron con una habitación oscura en donde solo se encontraba una vela oscura, Bartoz al verla informo al equipo que debían continuar la habitación fungía como un cuarto de rituales malignos que era mejor dejar quieto, subiendo al siguiente nivel, el grupo vio dos puertas Tauriel al avanzar detectó una trampa de locura, por lo que sin mirarla intentó acercarse a la puerta del norte, al abrirla con la llave maestra notaron una habitación llena mágicamente con agua, en cuyo interior se encontraba un coral, evitando la trampa indicada por Tauriel, el grupo se dirigió al sur llegando a una habitación lujosa adornada con varias manchas de sangre, en esta habitación se encontraron con una mujer hermosa de cabellos blancos los cuales parecían moverse en todo momento, la mujer con suma arrogancia los saludó “queridos intrusos, los estábamos esperando, mi sirviente demonio nos alertó de su presencia, ahora debo decirles que este será lo mas lejos que llegarán, pues yo, la Tercera de la triada fiel concubina de Yan-C-Bin príncipe de los elementales de aire, será quien le ponga punto final a sus acciones” y con un fuerte ataque lanzó un conjuro de muro de fuerza a los guerreros Guts y Bartoz aprisionándolos en el acto, los demás intentaron acercarse a la mujer, pero Tauriel y Rhaegar no pudieron acceder a la habitación hiriéndose en el proceso, Jon por su parte lanzó sus flechas pero, la mayoría eran desviadas por la corriente de aire que emanaba la mujer, Adgamis intentó atacarla, pero viendo que los ataques a distancia eran inútiles, decidió disipar el muro generado a los guerreros, el fuerte hechizo de la elfa resultó efectivo, enfureciendo a la mujer, devolviendo el ataque con un hechizo de ceguera, sin embargo, la hechicera logró sobreponerse ante el maleficio inhabilitando la ceguera impuesta por la tercera, dando tiempo a los fieros guerreros Guts y Bartoz de atacar a la mujer derrotándola.


Dejándola amarrada y con un hechizo de zona de verdad de Bartoz, el grupo supo que solo quedaba un nivel, en donde el mas antiguo miembro del ojo elemental arcano se encontraba, El primero, también que el segundo se encontraba con el campeón del mal en el templo del mal elemental, con la información necesaria Jon deja inconsciente a la tercera, ahora solo faltaba el ultimo nivel, pero antes Tauriel investigó las habitaciones de la tercera el segundo (la habitación de agua) y la habitación del primero, encontrando varios objetos, entre ellos los papeles que describían los planes de la triada, y el ritual necesario para liberar a Tharizdun, necesitaban al campeón quien con el orbe del olvido y las gemas elementales (gemas que se encontraban en cada nodo correspondiente) traerían a los príncipes elementales Imix del fuego, Yan-C-Bin del aire, Ogremoch de la tierra y Olhydra del agua, al plano material para que, con su infinito poder liberen al dios oscuro, también mencionaban al príncipe del hielo, pero comentan que no es necesario para sus planes, regresando con el grupo Tauriel les informa del peligro en el templo del mal elemental, Bartoz conociendo el poder de los príncipes elementales convoca a su montura Darko y continúan al último nivel, salvo Rhaegar quien con su guerrero Ragnar deciden quedarse a custodiar a la tercera.
En el ultimo nivel los aventureros ven una cúpula oscura sostenida por un par de pilares oscuros, y a pesar de la negrura del lugar, el grupo pudo apreciar un trono custodiando un inmenso altar deforme que daba la impresión que respiraba, esperándolos en el lugar con una sonrisa maquiavélica, un anciano vestido de túnicas oscuras se presenta como el primero, y deseándoles a nuestros héroes una muerte dolorosa convoca al demonio quien seguro de la posición en que se encuentra se dispone a atacar.


¿Podrán nuestros aventureros eliminar el ultimo vestigio de mal que anida en el templo de la consunción total?
La respuesta se conocerá en el futuro cercano

Epílogo

Guts abrió los ojos, la sonrisa de Tauriel de ver que su amigo se encuentra con vida, mientras se incorpora Kella intentaba rastrear a los...