viernes, 3 de enero de 2020

Capítulo 22. Pacto con el diablo

Con tantos peligros encima, Guts decide tomar las riendas del grupo y los organiza de tal forma que se disminuyan los errores, su prioridad limpiar el atrio exterior comenzando con el dragón que los acechaba, pero esta vez irían preparados, formándose en tres grupos unidos una avanzada, compuesta de Tauriel, Azgheda y Rhaegar, un grupo central conformado entre Adgamis y Bartoz, y la retaguardia en la que Jon y el mismo Guts, tendrían de tal forma que evitaran ser emboscados, si los problemas ameritaban el conjuro de transposición benigna de Adgamis cambiaría a los miembros que tuvieran problemas. Una vez decidido el avance, Tauriel y Azgheda continuaron rastreando al dragón mientras visualizaban cualquier trampa.
No demoraron bastante, pues el olor del dragón se sentía al frente, un miedo incansable recorrió el cuerpo de Rhaegar, quien empezó a chirriar sus dientes, cuando de repente llegaron al lugar, una inmensa bóveda con un amplio pozo cubierto de monedas y joyas, y sobre el tesoro un dragón enorme de color rojo veía al primer grupo, Tauriel sintió que la presencia del dragón era demasiado para ella y quiso pasar desapercibida volviéndose invisible, pero los sentidos agudos del dragón cayeron con el plan, Rhaegar por su lado no quiso acercarse más y tomo distancia, dejando a las dos jóvenes frente a la imponente criatura.
El dragón saludó cortesmente con una voz femenina muy dulce a pesar de su tamaño: -Oh, veo que por fin la presa se digno a salir de su escondite para evitarme la fatiga de buscarlos, es bueno saber que la comida sabe cuando es comida, ¡bien! Sepan que se considera un honor ser devorados por Chymon guardiana de la puerta del fuego-
Azgheda replico ante tal provocación y se lanzó directamente al ataque, pero en ese momento del techo de la bóveda, varios jinetes de aracnófagos salieron al ataque en contra de la druida, mientras Chymon usaba su potente arma de aliento en contra de la misma, Tauriel al ver eso, desmontó rápidamente a un costado llegando a la pared, mientras que la osa saltó a un lado cubriéndose con una roca, mientras empezaban los ruidos de batalla, los demás se acercaron Rhaegar todavía asustado, decidió esperar a que un jinete se acercar a su hacha para destrozarlo, Adgamis cambió la naturaleza de sus hechizos para lanzar bolas de hielo en contra del monstruo, Jon por su lado empezó a eliminar a distancia a los jinetes para dejar a las monturas enemigas sin control, en todo eso, Tauriel aprovecho y con sus botas de trepar cual arácnido, pudo subir por una pared y eliminar a un jinete, tomando el control de su montura, ahora podía acercarse mejor al dragón.
Guts indico a Adgamis y Azgheda que debían evitar que Chymon volviera a lanzar su arma de aliento mientras que los demás acababan con los jinetes, todos se movían a toda velocidad, mientras los ataques pasaban, otra arma de aliento de Chymon se asomaba esta vez dándoles de lleno a la mayoría de los héroes, a excepción de Jon.
Es entonces que Bartoz bajo de su montura y auxilio a Adgamis, mientras Guts los protegía de cualquier ataque, Rhaegar avanzó contra los aracnófagos que se encontraban sin jinete y Tauriel logro colocarse detrás de Chymon para realizar su ataque furtivo, sin embargo, la piel de Chymon era muy gruesa y nada pudo hacer en contra de la dragona.
Chymon empezó así su ataque y mientras extendía sus alas para volar, lanzó su furia en contra de Azgheda quien a pesar de su grueso pelaje, pudo herirla varias veces dejándola malherida, ella sin embargo no flaqueó e intento asestar un mordisco obligando a Chymon a bajar al suelo, momento que Bartoz aprovechó y montando su montura cabalgó en contra del monstruo perforando su piel y matándola en el acto.
Los jinetes sobrevivientes intentaron escapar, para avisar a más guardias del deceso, pero Jon logra invalidar la acción y acaba con los jinetes restantes, exceptuando a uno a quien el grupo lo toma como rehén, este miembro les dirá toda la organización restante del templo pensaron todos.
Aprovechando la situación Azgheda y Jon revisaron que nadie mas se acercara, mientras Bartoz y Guts hablaron con el Jinete, quien les informó de un huésped del atrio, un poderoso diablo Cornugón al que los lideres del culto lo habían convocado para realizar un trato, también indicó los aposentos del oráculo Satau y las fuerzas remanentes del atrio que ya no eran muchas, ¡por fin se podía saborear la victoria!, Tauriel mientras tanto, revisó el tesoro del dragón, dándose cuenta que rea una ilusión, pero en el centro del piso cóncavo de la habitación, se encontraba un pozo que daba acceso al verdadero tesoro, miles de monedas de oro, plata y cobre, y cuatro habitaciones con diversas trampas que contenían en su interior pergaminos poderosos que Adgamis recibió con gusto, pero algo que nuestros héroes no se percataron en su felicidad fue lo siguiente, habían pasado mucho tiempo revisando los tesoros y ningún enemigo se había acercado, tal vez los miembros del mal elemental estén preparando un contragolpe.
Una vez traídos los objetos, Azgheda y Bartoz decidieron hablar con el diablo y verificar de que lado se encontraba este ser, muy pronto llegaron a su habitación, una amplia cámara provista de una cama cómoda con varios huesos de animales grandes, caballos en su mayoría, al fondo el diablo quien no se inmuto con la presencia de los dos héroes, musitó que los estaba esperando, sabía de los intrusos que estaban generando caos en el templo y decidió ayudarlos, a cambio de que le consiguieran el alma de uno de los miembros más poderosos del culto -El segundo-, el gustosamente les ayudaría al ingreso del atrio interior, pero para eso necesitaría del mismo oráculo, Azgheda y Bartoz no estaban convencidos del trato, pero las almas de estos miembros igual irían al infierno o el averno, no estarían haciendo un acto maligno en sí, además era mejor no tener una batalla innecesaria en contra de un poderoso diablo, así que aceptaron el trato, pero, ¿No habrá algo más en este tipo de trato?
El diablo les entrega entonces un medallón que atrapa el alma del vencido y dándoles una despedida menciona unas palabras confusas: -Señores les deseo que su viaje no tenga contratiempos y que culminen con su misión lo más pronto posible- Al encuentro con sus compañeros hablan con los demás pero no les comentan todos los detalles del trato, por lo que el siguiente paso era capturar a Satau, así que todos se dirigieron a sus aposentos.
En la habitación iluminada con una pequeña vela con una llama violeta, el grupo vio que no había ninguna criatura, tan solo un pozo que conducía a la inmensa oscuridad, Tauriel y Azgheda decidieron descender para capturar al oráculo una vez en su interior, las jóvenes encontraron unos artefactos que permitía ver los objetos consagrados de Tharizdun, como es el orbe de la muerte plateada mencionado por Varachan, pero ningún rastro del ilicido oráculo, solo una cámara con varias columnas, mientras las jóvenes se acercaron al fondo de la cámara visiones de azotamentes las atormentaron de diversas formas, la visión de la druida fue que sus amigos eran devorados por los azotamentes y luego ellos devoraban el cuerpo de ella.
Por su parte Tauriel sintió como era violada por un consorcio de azotamentes para que terminara su dolor con la extracción de su cerebro, Azgheda al salir de su visión concluyó que Satau se encontraba invisible destruyendo la mente de ellas mientras el se deleitaba, por lo que informa a los demás del grupo por fuera del pozo, Adgamis usa su conjuro de purgar invisibilidad y desciende también al pozo, sometiéndose también a su propia pesadilla en donde su propio padre era un ilicido que le succionaba su cerebro, la hechicera logra salir de su ilusión,  pero lamentablemente el oráculo no se encontraba en el lugar, solo había una mesa de obsidiana que tenía una jarra con un misteriosa polvo.
Ante la impotencia Azgheda rompe el jarrón, pero Tauriel con su astucia se le ocurre imitar a Naquent para engañar a Satau mediante el medallón de contacto, sin embargo, el ilicido ya sabía de los planes de las muchachas, no por nada era el oráculo del templo, y sus visiones le habían mostrado los problemas que el grupo les causarían al templo del mal elemental, por lo que tomó medidas y su captura no sería fácil, el grupo con rabia por haber fallado en la misión, descarga su impotencia en los siguientes enemigos que fueron un par de nagas oscuras,, las mismas que les menciono la saga marina Gouquog en el templo del agua tiempo atrás, y, a pesar de su emboscada y sus trampas y conjuros que tenían preparados, fueron vencidas fácilmente por el grupo.
Y con la muerte de las ultimas defensas del atrio exterior, nuestro grupo se dirige al ultimo lugar en donde puede estar el preciado orbe, y posiblemente también a Satau.




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Epílogo

Guts abrió los ojos, la sonrisa de Tauriel de ver que su amigo se encuentra con vida, mientras se incorpora Kella intentaba rastrear a los...