Con tantos peligros encima, Guts decide tomar las riendas del grupo y los
organiza de tal forma que se disminuyan los errores, su prioridad limpiar el
atrio exterior comenzando con el dragón que los acechaba, pero esta vez irían preparados,
formándose en tres grupos unidos una avanzada, compuesta de Tauriel, Azgheda y
Rhaegar, un grupo central conformado entre Adgamis y Bartoz, y la retaguardia en
la que Jon y el mismo Guts, tendrían de tal forma que evitaran ser emboscados,
si los problemas ameritaban el conjuro de transposición benigna de Adgamis
cambiaría a los miembros que tuvieran problemas. Una vez decidido el avance,
Tauriel y Azgheda continuaron rastreando al dragón mientras visualizaban cualquier
trampa.
No demoraron bastante, pues el olor del dragón se sentía al frente, un
miedo incansable recorrió el cuerpo de Rhaegar, quien empezó a chirriar sus
dientes, cuando de repente llegaron al lugar, una inmensa bóveda con un amplio
pozo cubierto de monedas y joyas, y sobre el tesoro un dragón enorme de color
rojo veía al primer grupo, Tauriel sintió que la presencia del dragón era
demasiado para ella y quiso pasar desapercibida volviéndose invisible, pero los
sentidos agudos del dragón cayeron con el plan, Rhaegar por su lado no quiso
acercarse más y tomo distancia, dejando a las dos jóvenes frente a la imponente
criatura.
El dragón saludó cortesmente con una voz femenina muy dulce a pesar de su
tamaño: -Oh, veo que por fin la presa se digno a salir de su escondite para
evitarme la fatiga de buscarlos, es bueno saber que la comida sabe cuando es
comida, ¡bien! Sepan que se considera un honor ser devorados por Chymon guardiana
de la puerta del fuego-
Azgheda replico ante tal provocación y se lanzó directamente al ataque,
pero en ese momento del techo de la bóveda, varios jinetes de aracnófagos
salieron al ataque en contra de la druida, mientras Chymon usaba su potente
arma de aliento en contra de la misma, Tauriel al ver eso, desmontó rápidamente
a un costado llegando a la pared, mientras que la osa saltó a un lado cubriéndose
con una roca, mientras empezaban los ruidos de batalla, los demás se acercaron Rhaegar
todavía asustado, decidió esperar a que un jinete se acercar a su hacha para
destrozarlo, Adgamis cambió la naturaleza de sus hechizos para lanzar bolas de
hielo en contra del monstruo, Jon por su lado empezó a eliminar a distancia a
los jinetes para dejar a las monturas enemigas sin control, en todo eso,
Tauriel aprovecho y con sus botas de trepar cual arácnido, pudo subir por una
pared y eliminar a un jinete, tomando el control de su montura, ahora podía
acercarse mejor al dragón.
Guts indico a Adgamis y Azgheda que debían evitar que Chymon volviera a
lanzar su arma de aliento mientras que los demás acababan con los jinetes,
todos se movían a toda velocidad, mientras los ataques pasaban, otra arma de
aliento de Chymon se asomaba esta vez dándoles de lleno a la mayoría de los héroes,
a excepción de Jon.
Es entonces que Bartoz bajo de su montura y auxilio a Adgamis, mientras
Guts los protegía de cualquier ataque, Rhaegar avanzó contra los aracnófagos que
se encontraban sin jinete y Tauriel logro colocarse detrás de Chymon para
realizar su ataque furtivo, sin embargo, la piel de Chymon era muy gruesa y
nada pudo hacer en contra de la dragona.
Chymon empezó así su ataque y mientras extendía sus alas para volar, lanzó
su furia en contra de Azgheda quien a pesar de su grueso pelaje, pudo herirla
varias veces dejándola malherida, ella sin embargo no flaqueó e intento asestar
un mordisco obligando a Chymon a bajar al suelo, momento que Bartoz aprovechó y
montando su montura cabalgó en contra del monstruo perforando su piel y matándola
en el acto.
Los jinetes sobrevivientes intentaron escapar, para avisar a más guardias
del deceso, pero Jon logra invalidar la acción y acaba con los jinetes
restantes, exceptuando a uno a quien el grupo lo toma como rehén, este miembro
les dirá toda la organización restante del templo pensaron todos.
Aprovechando la situación Azgheda y Jon revisaron que nadie mas se
acercara, mientras Bartoz y Guts hablaron con el Jinete, quien les informó de
un huésped del atrio, un poderoso diablo Cornugón al que los lideres del culto
lo habían convocado para realizar un trato, también indicó los aposentos del oráculo
Satau y las fuerzas remanentes del atrio que ya no eran muchas, ¡por fin se
podía saborear la victoria!, Tauriel mientras tanto, revisó el tesoro del
dragón, dándose cuenta que rea una ilusión, pero en el centro del piso cóncavo
de la habitación, se encontraba un pozo que daba acceso al verdadero tesoro,
miles de monedas de oro, plata y cobre, y cuatro habitaciones con diversas
trampas que contenían en su interior pergaminos poderosos que Adgamis recibió
con gusto, pero algo que nuestros héroes no se percataron en su felicidad fue
lo siguiente, habían pasado mucho tiempo revisando los tesoros y ningún enemigo
se había acercado, tal vez los miembros del mal elemental estén preparando un
contragolpe.

El diablo les entrega entonces un medallón que atrapa el alma del vencido y
dándoles una despedida menciona unas palabras confusas: -Señores les deseo que
su viaje no tenga contratiempos y que culminen con su misión lo más pronto
posible- Al encuentro con sus compañeros hablan con los demás pero no les
comentan todos los detalles del trato, por lo que el siguiente paso era
capturar a Satau, así que todos se dirigieron a sus aposentos.
En la habitación iluminada con una pequeña vela con una llama violeta, el
grupo vio que no había ninguna criatura, tan solo un pozo que conducía a la inmensa
oscuridad, Tauriel y Azgheda decidieron descender para capturar al oráculo una
vez en su interior, las jóvenes encontraron unos artefactos que permitía ver
los objetos consagrados de Tharizdun, como es el orbe de la muerte plateada
mencionado por Varachan, pero ningún rastro del ilicido oráculo, solo una cámara
con varias columnas, mientras las jóvenes se acercaron al fondo de la cámara visiones
de azotamentes las atormentaron de diversas formas, la visión de la druida fue
que sus amigos eran devorados por los azotamentes y luego ellos devoraban el
cuerpo de ella.
Por su parte Tauriel sintió como era violada por un consorcio de azotamentes
para que terminara su dolor con la extracción de su cerebro, Azgheda al salir
de su visión concluyó que Satau se encontraba invisible destruyendo la mente de
ellas mientras el se deleitaba, por lo que informa a los demás del grupo por
fuera del pozo, Adgamis usa su conjuro de purgar invisibilidad y desciende también
al pozo, sometiéndose también a su propia pesadilla en donde su propio padre era
un ilicido que le succionaba su cerebro, la hechicera logra salir de su ilusión,
pero lamentablemente el oráculo no se
encontraba en el lugar, solo había una mesa de obsidiana que tenía una jarra
con un misteriosa polvo.
Ante la impotencia Azgheda rompe el jarrón, pero Tauriel con su astucia se le
ocurre imitar a Naquent para engañar a Satau mediante el medallón de contacto,
sin embargo, el ilicido ya sabía de los planes de las muchachas, no por nada
era el oráculo del templo, y sus visiones le habían mostrado los problemas que
el grupo les causarían al templo del mal elemental, por lo que tomó medidas y
su captura no sería fácil, el grupo con rabia por haber fallado en la misión,
descarga su impotencia en los siguientes enemigos que fueron un par de nagas
oscuras,, las mismas que les menciono la saga marina Gouquog en el templo del
agua tiempo atrás, y, a pesar de su emboscada y sus trampas y conjuros que tenían
preparados, fueron vencidas fácilmente por el grupo.
Y con la muerte de las ultimas defensas del atrio exterior, nuestro grupo
se dirige al ultimo lugar en donde puede estar el preciado orbe, y posiblemente también a Satau.
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