miércoles, 8 de abril de 2020

Capítulo 28. Regreso al templo del mal elemental



Caía la tarde y las luces de las antorchas empezaban a iluminar el pueblo -Bienvenidos nuevamente a Hommlet- exclama un tejón de Burne, mientras los aventureros regresan de la ciudad de Verbobonc después de poder revivir a la picara del grupo la semielfa Tauriel, aunque su traumática experiencia cambió considerablemente su personalidad, el tenerla nuevamente entre los vivos confortaba a todo el grupo, en especial a su hermana Tauriel y al guerrero Guts quien empieza a tener sentimientos por ella, mientras caminan se podían verlas  casas y los edificios semidestruidos producto de la batalla que tuvieron en contra de las hordas del templo, mientras veían a muchos lugareños y guerreros gnomos pronto los aventureros se encontraron con la primera cara conocida, era el bárbaro Rhaegar quien con su escudero el guerrero Ragnar habían llegado dos días atrás.

-Espero que el viaje fuera mejor que lo que vivimos en las minas- digo Rhaegar mientras tomaba una cerveza a las afueras de la bienvenida de la moza, -Por Kord, ¿a quién estoy viendo? La comadreja esta con nosotros, hahaha, bienvenida flacucha- grito alegremente el semiorco al ver nuevamente a Tauriel, mientras se levantaba de su cómodo asiento, el bárbaro quiso celebrar con unas cervezas, el grupo cansado aceptó sin musitar la oferta y entrando a la posada de la bienvenida de la moza pidieron una mesa a la posadera Vesta.


-La chica de las plantas se encontraba aquí cuando llegué, ahora se encuentra en el árbol grande del pueblo, por si quieren hablar con ella- menciono Rhaegar, el lugar se sentía cálido, todos celebraban mientras pedían mas rondas de cerveza, la música del bardo Redithidoor era terrible como siempre, pero esto no importaba, estaban juntos y en paz, todos querían que el momento durara más ya que sabían con certeza que se avecinaba la batalla final para todos.
-Adgamis, siento que debemos reunirnos con Azgheda, ¿Dónde está el árbol que mencionó Rhaegar?- mencionó Bartoz a la hechicera, a lo que ella respondió -No pierdas la paciencia amigo, terminemos esta copa y yo te acompañaré al lugar, quiero saber que más cosas averiguó Azgheda mientras estuvimos en el monte- terminaron sus vinos y se levantaron, despidiendo a los demás y deseando buenas noches, Adgamis y Bartoz se dirigieron a la arboleda. Al llegar vieron en una completa meditación a su amiga, Yundi el joven druida la acompañaba en su meditación, no hubo que llamarla cuando Azgheda concentrada en su meditación dijo -¡Amigos los estaba esperando! cuéntenme ¿Tauriel cómo se encuentra?, tengo muchas cosas que contarles, mi hermano y Tymerian partieron hace días al pueblo de Nulb, ellos querían revisar el terreno por nosotros, me lo dijo la canonesa-  el paladín y la elfa les comentaron las buenas noticias y lo que pasaron en Verbobonc a lo que la druida sonrió, esta les informa de la batalla de Hommlet y de los salvadores de los aldeanos, los valientes gnomos del condado de Urnst, también menciona que Jon se adelantó para investigar la zona en parte, pero también para rescatar a su tío biológico el capitán de la milicia Elmo, al sorprenderse Adgamis del secuestro de Elmo, Azgheda explica la fallida incursión del grupo de hommlet conformado por Elmo, el paladín Xaod, un ángel canarconte convocado por la canonesa y los líderes de la villa Rufus y Burne, en donde solo pudieron regresar el paladín con el viejo Rufus severamente lastimado.
-Por lo pronto descansemos, mañana hablaremos con YDey y partiremos al encuentro de tu hermano- dice Adgamis mientras se levanta con su cayado, Bartoz también se levanta y juntos regresan a la posada para recuperar las fuerzas gastadas en el viaje. A la mañana siguiente todos se dirigen al templo de St Cuthbert en donde Calmer y su viejo compañero el joven Derrim los saludan, allí hablan con YDey, y comentan el gran peligro vivido en el templo de la consunción total, y lo cerca que se encuentra el culto de liberar al dios Tharizdun.
Al comprender el gran peligro que el grupo tenía que enfrentarse y la ausencia de Terjon, Y´Dey decidió acompañarlos, todos vieron como la anciana mujer se imbuye con una vitalidad sagrada mientras se dirigía a su empolvada armadura, mientras todo esto sucedía, la puerta se abrió de golpe, una joven de cabello corto irrumpe en el lugar -¡YDey Déjame ir al templo! Puedo rescatar a Elmo y los demás- exclamó la joven a lo que Ydey respondió -Ingrith, se que estas preocupada y sé que eres hábil, pero esto esta fuera de tus habilidades, tus puños no podrán contra este problema, lo pudiste ver cuando el ejercito de ellos nos atacaron con sus gigantes, es mejor que protejas el pueblo mientras regresa Terjon, Oh pero que son mis modales, señores, la imprudente es Ingrith y ha sido una aliada en la seguridad de Hommlet. Ingrith ellos son los aventureros que han podido eliminar el culto del mal elemental en el templo de Rastor- mientras se realizaban las presentaciones Adgamis pudo notar que las intenciones de ayuda de Ingrith y de YDey eran más personales que salvar al pueblo, Ydey por su parte dejo al cuidado del pueblo a Ingrith y Calmer y con una gran despedida de los tejones de Burne el grupo partió a Nulb.

Camino a Nulb

Las horas pasan mientras el grupo viajaba en el sinuoso camino hacia el templo del mal elemental, a lo lejos el grupo vio el pueblo fantasma donde alguna vez vieron a Lareth, pero algo se encontraba diferente, cerca del rio se encontraba una fortaleza custodiada por varios exploradores y guerreros, un nuevo señor había hecho presencia en la zona, todos se sorprendieron cuando los guardias capturaron por la zona a unos guerreros que expiaban el lugar, eran dos hombres de armadura oscura y sus símbolos eran claramente reconocidos, miembros del semidios Iuz el viejo, junto a ellos los acompañaba un osgo que no se dejaba amedrentar por la clara desventaja, este ser sin pensarlo dos veces y viendo su muerte próxima arremetió en contra de los soldados liderados por el mismo Jon quien acompañado de Tymerian interrogaban a los hombres. Rhaegar en su sed de sangre cargó en contra del osgo y velozmente de un tajo cortó la espalda de la criatura, los otros hombres se desplomaron en el suelo y pidieron clemencia contando el plan de Iuz de investigar el templo, lugar que en antaño ayudó a construir junto con Zuggtmoy, Guts los intimidó de tal forma que uno de ellos mencionó de un viejo pozo que servía como entrada secreta al templo, el líder Jon decidió dejarlos ir, pero Rhaegar quiso saber un poco mas de lo que sabían y agarrándolos del cuello a los hombres preguntó. – Oye Jon, tiempo sin verte, ¿este es tu castillo? – Jon asintió – bueno Jon verás… necesito hablar con estos puercos y tu castillo es el lugar perfecto para sentarme a charlar, y que nos cuenten lo que necesitamos prometo no dañarte nada, ¿Qué te parece?- Jon sin decir palabra le indica la primera puerta de la torre y Rhaegar alegremente va allá empujando a los hombres.


Luego de una hora de gritos y agonía para los guerreros de Iuz, Rhaegar sale del lugar con noticias, resulta que el movimiento del culto es mas visible para todos incluso para los dioses como Iuz, Hextor o Vecna, por lo que Iuz mando a su grupo a investigar y de ser posible aliarse con los miembros del culto, para eso antes envió a una hechicera conocida como Telena a Hommlet a espiar, YDey reaccionó: -Telena, claro que la conozco, es una cocinera un tanto chismosa pero nada peligrosa, no sabía que fuera una espía, vaya vaya, menos mal que no tenemos de que preocuparnos, Telena murió en el ataque del pueblo, ¡claro! tiene sentido ahora pues me pareció raro que aparte de la milicia y del preso que teníamos por el incendio del molino, solo ella estuviera en las bajas… tal parece que el culto del ojo elemental arcano no desea compartir poder-
Nuevamente el grupo reunido comparten información, Jon menciona de la presencia de gigantes de piedra en la zona y varias huestes de grandes trasgos en el lugar, el pueblo por estar maldito no se han atrevido a investigar, Ydey decide ayudar a Jon a establecer una comunidad y con su poder divino empieza a expulsar la muerte, el mal y los espíritus de los diferentes edificios del pueblo, la posada, las calles y el barco que se encontraba atracado en el muelle, todos notaron una cierta tristeza en su rostro cuando YDey pasó por la herrería abandonada del pueblo, mientras se dirigía al edificio donde estaba Lareth -Bien este es el ultimo edificio, es curioso, jamás creí volver a este lugar donde viví con Murfles-  -¿Murfles?- pregunto Jon mientras acompañaba a la canonesa al interior de la antigua herboristería. -Ella era una antigua compañera de los que destruimos el templo del mal la segunda vez que se alzó, con ella espiábamos las actividades del templo en esos tiempos bajo las apariencias de dos ancianas herbolarias- musito YDey. -¿Podrías contarme de eso? Hace poco descubrí por Terjon que mi padre, mi verdadero padre, fue uno de los aventureros que se enfrentó al templo y murió por ello, tú lo debiste conocer, su nombre era Otis, es por eso que quiero entrar al templo, debo vengar la muerte de mi padre y rescatar a Elmo quien según tengo entendido es hermano de Otis, es decir mi tío-
YDey con lagrimas en sus ojos le pide a todos los presentes que se sienten mientras contó sin descanso de todos los eventos de hace veinticinco años en la batalla de los prados de Emridy, y los sucesos de hace nueve años, de como Otis estaba de incognito siendo el herrero de Nulb en esos días mientras ella era la herbolaria Screng, junto con Elmo, Murfles y otros aventureros destruyeron el orbe de la muerte dorada mientras se enfrentaban a la misma diosa Zuggtmoy, en el proceso varias vidas se perdieron, entre ellas el explorador Otis.
Tauriel sintió un recorrido de escalofrío por la espalda cuando Ydey mencionó el orbe y sin que nadie lo notara ojeó el orbe de la muerte plateada el cual sintió que le devolvió la mirada, Adgamis por su parte reconoció la tristeza en el rostro de YDey, en especial cuando mencionaba a Otis, pero también vio algo curioso entre ella y Jon, sus expresiones eran muy similares, absorta en sus pensamientos Adgamis no se percató cuando uno de los guardias irrumpió en el edificio informando la destrucción de una gelatina ocre en el barco y pidiéndole a su líder Jon del regreso a la fortaleza para su descanso, el tiempo había pasado como paginas de un libro, y el grupo se encontraba cansado, Jon ordenó alistar habitaciones para todos y el grupo se dispuso a pasar la noche.
A la mañana siguiente el grupo se levantó y luego de un gran desayuno se dispusieron a continuar su viaje, estaban indecisos de por donde entrar al templo, si por la puerta principal y encontrar al líder de los trasgos Rarkus, o pasar secretamente por el supuesto pozo mencionado por el soldado de Iuz, viéndose con tantos aliados, terminaron por ir directamente a las puertas del templo, ordenando a sus guardias vigilar la zona Jon y el grupo parten al templo.

Templo del mal elemental


Llegando al templo los aventureros Bartoz montado en su caballo Darko, Guts, las hermanas Tauriel y Adgamis, Rhaegar y su escudero Ragnar, Ydey, Jon con su caballos Shadow, Azgheda y su águila gigante Gwaihir y la recién incorporada maga Tymerian, divisaron el enorme edificio de color grisáceo en el extenso campo de arboles secos, a su encuentro una emboscada de flechas fueron lanzadas al grupo mientras los perros salvajes que cuidaban el lugar ladraron amedrantando a todos. -¡No ataquen a los perros!- Bramó Azgheda mientras se convertía en su forma de oso terrible, Tauriel y Tymerian avanzaron ante las flechas y con sus estoques atravesaban los cuerpos de los trasgos que se encontraban escondidos en los escombros del templo. De repente las puertas es abrieron y los grandes trasgos lanzaron su ofensiva, Adgamis desgarró la tierra para deshacerse de las molestias, Guts y Rhaegar se lanzaron al frente en contra de los múltiples enemigos que salían por la puerta principal, de repente Bartoz a lomos de su montura saltaron los escombros internándose en la oscuridad del templo, Jon, Ragnar e Y´Dey se quedaron en la retaguardia, eliminando a los rezagados.
Poco pudieron hacer la avanzada de trasgos quienes en su desesperación tocaron el cuerno de guerra, que fue respondido por un grito de guerra de más grandes trasgos del interior acompañados de su fiera bestia de batalla un simio terrible, Bartoz mientras cercenaba cabezas le aviso a Adgamis, quien con una bola de fuego elimino por completo al grueso del ejército, permitiendo a los guerreros internarse más en el lugar.


Allí en su interior Azgheda, Adgamis, Tymerian e Y´Dey iluminaron el lugar con sus conjuros de luz, en el interior se encontraban pocos trasgos quienes luego de la bola de fuego quedaron totalmente asustados, uno de los trasgos sobrevivientes vio a los aventureros quien los reconoció de inmediato. -Ustedes son los humanos que hicieron el trato con nuestro jefe, ¡Por favor sálvenlo!-  dijo el ser. El grupo supo por las palabras de la criatura que Rurkus fue capturado por el culto obligando así al clan a cumplir las órdenes del culto defendiendo el templo y atacando a Hommlet junto con los ogros y los gigantes de piedra, mientras tanto, Adgamis pudo escuchar como unos fuertes latigazos eran azotados y gritos se escuchaban al fondo dando un ligero eco en el templo, los aventureros decidieron continuar encontrando al mismo Rarkus custodiado por sus propios guardias y siendo azotado por una súcubo sentada en el trono del templo, la mujer demonio con una risa maliciosa les dijo – los esperaba hace rato que me aburría de este juego con el trasgo, y me preguntaba quienes serían los intrusos que alertaron a mis esbirros – mientras que en la mente de los aventureros se escuchaba “Espero que me proporcionen una grandiosa diversión antes de que mueran” Rhaegar no perdió el tiempo y se lanzó al ataque pero uno de los trasgos lo detuvo cayendo juntos al suelo, la súcubo se alegró y con una risa malévola mando al resto de guardias a eliminar a los personajes, Azgheda lanzó su conjuro de estacas de roble en contra de la demonio impactando dos de ellas, sin embargo el aura impía del ser evitó el mayor daño, pero justo cuando la demonio iba a lanzar sus conjuros, Tauriel quien se encontraba invisible y protegida del escudriñamiento logra asestar una daga en su contra haciendo un fuerte daño, la súcubo gritó con tal fuerza que alertó a mas trasgos que se acercaron al lugar sin embargo no atacaron pues vieron que con rabia en sus ojos la súcubo maldecía a Tauriel mientras desaparecía del lugar.
Todo ha acabado y Rarkus es liberado, los trasgos lanzan un grito de felicidad mientras su líder es curado por Y´Dey, el gran trasgo agradece y recrimina la tardanza de su ayuda, el grupo pregunta por la situación a lo que el líder trasgo afirma – Mientras reunía a mas hombres para mi ejército, apareció un ejercito de ogros comandado por la mujer demonio, mi grupo dio una fuerte batalla contra ellos pero fuimos doblegados cuando el siguiente ejercito llegó… no fuimos nada cuando los gigantes de piedra comandados por uno mas grande y cornudo al que llaman Dein nos atacaron, muchos de mis hombre murieron lo peor fue cuando las mujeres, los ancianos y los niños fueron capturados, tuve que ceder mi puesto y dejar a los sobrevivientes a su servicio, pero es claro que su suerte se ha acabado ya que ustedes están aquí, ahora debo pedirles lo siguiente… mi pueblo ha sufrido por habernos aliado con ustedes, por lo que tienen una deuda con nosotros, salven a mi clan y nosotros dejaremos este lugar- El grupo averigua de Rarkus la entrada a los niveles inferiores del templo oculta en una torre cerca del templo así como del estado de los amigos capturados por el templo, ya luego de eliminar unas ratas en una habitación Jon revisa los rastros del lugar confirmando la existencia de un fuerte ejercito de ogros y gigantes de piedra en su interior.

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Epílogo

Guts abrió los ojos, la sonrisa de Tauriel de ver que su amigo se encuentra con vida, mientras se incorpora Kella intentaba rastrear a los...